Durante la primera mitad de siglo, Eva Mendes fue la sex symbol latina por excelencia, esa que no iba a ganar ningún Óscar pero hacía su trabajo siempre bien y de manera consistente, con papeles más bien de mujer florero. Poco a poco se fue convirtiendo en una habitual del cine de Hollywood y subiendo en el escalafón de la fama hasta que, de pronto, decidió, de manera abrupta, que había llegado a su final. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Qué fue de Eva Mendes?
Mendes prodigiosas
Eva de la Caridad Méndez nació en Miami el 5 de marzo de 1974 (para que no hagas matemáticas: hace exactamente 50 años), y ninguno de sus padres se dedicaba a la industria del cine. Bueno, más o menos: su madre trabajó en el Teatro Chino cuando se mudaron a Los Angeles tras el inevitable divorcio. Y su carrera podría haber sido muy diferente, porque empezó estudiando márketing, pero acabó dejándolo oliendo las mieles de la fama.
Tristemente, las mieles de la fama al principio huelen a fosa séptica: Eva Mendes, que se cambió el nombre artístico para tener más oportunidades en Estados Unidos, empezó su carrera casi de casualidad, en 1998, cuando tenía 24 años y un cazatalentos vio su foto. Era ideal para ser una secundaria en... 'Los chicos del maíz V: Campos de terror', que salió directamente en vídeo con las críticas esperables. Sin embargo, no había peor crítica que la propia Mendes, que al ver su actuación deplorable se avergonzó tanto que decidió contratar a un coach de interpretación.
¡Y surtió efecto! Apareció en un papel terciario en 'Movida en el Roxbury', fue secundaria en 'Mi hermano el cerdito' (con Scarlett Johansson, aunque no creo que ninguna de las dos quiera acordarse) hasta que, finalmente, dio el salto en una película más o menos mainstream: en 'Leyenda Urbana 2' solo era una joven que originalmente solo iba a morir salvajemente, pero su papel fue ampliado cuando los productores consideraron que podían usar a su personaje como una pista falsa. Ahora sí: empezaba un nuevo milenio y su carrera había despegado.
Toca entrenar
Por suerte para ella, evitó ser una nueva reina del grito de serie B combinando dos películas tan distintas como exitosas: 'Herida abierta', junto a Steven Seagal, y, especialmente, 'Training day', que fue uno de los bombazos críticos del año e incluso supuso un Óscar para Denzel Washington. Puede que su nombre no saliera en el póster, pero todo el mundo se quedó con su cara. De hecho, solo en 2003 hizo apariciones en '2 Fast 2 Furious', 'Érase una vez en México', 'A contrarreloj' y 'Pegado a ti'. No era la protagonista, pero sí se estaba labrando una carrera potente.
Durante los siguientes años su escalada fue imbatible: 'Hitch', 'Ellas y ellos', 'Ghost rider' (sí, esa 'Ghost Rider'), 'La noche es nuestra'... Ya se había convertido oficialmente en alguien tan famosa que incluso podía hacer cameos reconocibles en películas como 'Lío embarazoso'. Todo iba bien hasta que en 2008 se unió a un grupo de actrices más que solventes (Meg Ryan, Annette Bening, Debra Messing y Jada Pinkett-Smith) para protagonizar 'The women'. Fue un éxito de taquilla, sí, pero le valió una nominación a peor actriz en los Razzie.
Su estancia en Hollywood continuó con 'The Spirit', 'Teniente corrupto', 'Los otros dos' y 'Fast Five', su último papel como parte de la familia de Vin Diesel. En 2011 empezó a salir con Ryan Gosling, y este hecho prácticamente coincidió con el final de su carrera: aún le dio tiempo a aparecer en la que quizá sea su obra magna, 'Holy Motors', que surgió después de conocer a Leos Carax en un festival de cine y que se prometieran hacer una película juntos. Y entonces, de la nada, llegó el final.
Qué va, Eva
Ryan Gosling dirigió su primera película en 2014, 'Lost River', y claro está, su pareja formaba parte del grupo de superestrellas que la protagonizaban. La película fue a Cannes, no gustó demasiado y la actriz acabó mentalmente exhausta de luchar por papeles que fueran un poco más allá del florero. Así que pensó en convertirse en productora, pero no terminó de encontrarse cómoda, y se limitó a ser mamá y trabajar en casa mientras cuidaba a sus dos hijos.
En 2022, en su cuenta de Instagram (donde acumula 6,5 millones de seguidores) dejó claro que nunca se había retirado de la actuación, simplemente se había centrado en sus otros negocios, trabajando desde casa en la sombra. Después de publicar el libro 'Desi, Mami y las infinitas preocupaciones', basado en sus hijas, Mendes volvió a la actuación brevemente gracias a 'Bluey', en el episodio de la temporada 3 'Nací ayer', donde interpreta muy brevemente a una profesora de yoga que Chili ve en Youtube, la primera vez que aparecía un personaje sin acento australiano.
Y gustó tanto que formó parte de los especiales 'Bluey Book Reads', donde varios famosos leen libros basados en la serie, como Kylie Minogue, Tom Daley, Jenna Fischer o Rob Delaney. El de Mendes, concretamente, estaba basado en el episodio 'Escuela de mamás'. Lo último que hemos sabido de ella es que ha recorrido la Villa Olímpica en París con su marido, agradeciendo la privacidad y el cariño de la prensa, porque cuando ve fotógrafos se pone siempre en guardia de manera inevitable. Es normal que cuide sus interacciones con la prensa: al final, si puede estar tranquila en casa haciendo pequeñas colaboraciones con la serie infantil favorita de todo el mundo con la posibilidad muy abierta de un retorno a la actuación por todo lo alto dentro de unos años (¿quizá en 'Fast XI'?)... ¿Qué más le puede pedir a la vida?
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