Están a punto de cumplirse 20 años desde que 'Por encima de la ley', película de acción dirigida por Andrew Davis (que luego alcanzaría la gloria con 'El Fugitivo'), saliera al mundo entero. El tiempo no pasa en balde y sin embargo no hay mes en el que en la televisión, sobretodo en la cadena pública, no aparezca Steven Seagal en dos o tres films de dudosa aportación cinematográfica.
A día de hoy, son 29 películas las protagonizadas por el ínclito héroe de la coleta, y en casi todas podemos observar que los argumentos son predecibles hasta decir basta, la interpretación de Seagal es horrorosamente inexpresiva, y de los demás aspectos técnicos mejor ni hablar. Pero entonces, ¿por qué se perpetúa su éxito? ¿Por qué ha generado hordas de seguidores incondicionales a lo largo de estos años? ¿Por qué, cuando emiten una película suya en televisión, las audiencias siempre son aceptables? ¿Por qué, en resumidas cuentas, el cine de Steven Seagal no es un fracaso absoluto?
Steven Seagal, el actor. Nació en 1951 en Michigan y pronto sus aspiraciones de llegar lejos en las artes marciales le llevaron a viajar a Japón, a continuar sus estudios de Aikido. Su experiencia nipona fue muy satisfactoria, y al volver a los EEUU crea una academia de artes marciales. Su relación con el cine, cosa que siempre había deseado, llega antes de lo previsto. En 1982 comienza a dirigir equipos de especialistas para películas de acción. Para la película 'Nunca digas nunca jamás', de la saga de James Bond, es el instructor de Sean Connery. Su oportunidad llega cuando el productor Michael Ovitz, alumno de su academia, le introduce en Hollywood, y consigue escribir, producir y protagonizar 'Por encima de la ley' en 1988. Desde entonces, sus películas han recaudado más de 600 millones de dólares, y para bien de unos cuantos y desgracia de otros muchos, la leyenda continúa.
Perfil del protagonista. A Steven Seagal se le tacha de que siempre hace el mismo personaje con distintos nombres. Da igual cómo se llame, da igual de qué ejerza. Al final siempre tenemos a un duro todoterreno que está o ha estado en la CIA y por eso sabe derrotar a cuantos malvados se pongan por delante. En 'Alerta Máxima' (y su secuela) tenemos a Casey Ryback, un antiguo agente secreto, que resulta ser el héroe de la historia al estar, de pura casualidad, en un barco como ¡cocinero! Eso no es nada si tenemos en cuenta que en 'El Último Patriota' es inmunólogo, o agente medioambiental en 'En Tierra Peligrosa'. Por no hablar de que en 'Al Filo de la Muerte' es un ruso infiltrado en una prisión de Alcatraz reabierta para la ocasión. Mason Storm, Gino Felino, Nico Toscani, Jack Taggart, Jonathan Cold... muchos nombres para un continuo reciclaje de sí mismo. Por ello hay lo que se conoce como 'Seagalogy', un grupo de críticos que analizan la filmografía del susodicho. Ya en este apartado Steven Seagal revela inexorablemente una de las claves del éxito. Steven Seagal es Steven Seagal. Siempre hace lo mismo y siempre podemos esperar lo mismo. Prueba de ello es la indignación unánime de sus seguidores en ese cameo que realiza en 'Decisión Crítica' (curiosamente, la segunda película mejor valorada en IMDB dentro de la filmografía del actor). En este film, el verdadero protagonista es Kurt Russell, y el personaje de Seagal, muere a los diez minutos de metraje, cayendo del avión en el que tiene lugar la historia.
Argumento. La que más la que menos, todas las películas protagonizadas por Steven Seagal siguen una especie de estructura predefinida. Seagal, o como quiera que se llame a la sazón, es normalmente un policía, agente secreto o militar (si no lo es lo fue en sus tiempos mozos) que, ante una situación injusta, ha de tomarse la justicia por su mano. Sin confiar para nada en el sistema policial o judicial, Seagal sabe que acabar él mismo con los malos de turno es la única manera de acallar su conciencia y, de paso, resolver el caso de una manera satisfactoria. En los últimos títulos hay una corriente que implica más aún al protagonista, en el sentido de que suele ser una venganza personal. Matan a su mujer, a algún familiar o amigo, o simplemente le tocan la moral. Cuando no son mafiosos, son terroristas, y si no, simples matones que justifican la persecución, búsqueda e inevitable captura por parte del héroe. En ningún momento la integridad de Seagal corre un peligro serio, dando la eterna sensación de que su personaje lo tiene bajo control, y que si no arregla inmediatamente sus problemas, es porque la trama ha de constituir una película y no un cortometraje. Eso es lo que un espectador sin exigencias, forofo de las películas de acción, quiere. Un tipo duro, inexpugnable, que va a acabar con los malos y que tiene motivos nobles (bueno, es un decir) para hacerlo. Un seguidor de la corriente de Charles Bronson, Chuck Norris y el coetáneo Jean-Claude van Damme.
Evolución de la filmografía de Steven Seagal. Todo el mundo sabe que Seagal no está precisamente en su mejor momento. Si bien en los años 90 era un actor cotizado y un sinónimo de éxito en taquilla, a día de hoy está produciendo a mansalva subproductos destinados exclusivamente al DVD, con una calidad acorde con sus intenciones. Con 'Alerta Máxima' alcanzó la cima. Compartió reparto con Tommy Lee Jones y mereció fama mundial a pesar de que la película no es precisamente para tirar cohetes. 'En Tierra Peligrosa', película que dirigió por petición expresa de la Warner (que aceptó para poder hacer una secuela), fue secundado por nada menos que Michael Caine, Joan Chen, John C. McGinley y Billy Bob Thornton. El declive vino cuando Sony accedió a producirle dos títulos que supondrían un punto de inflexión en su carrera. El director Michael Oblowitz, que tenía reconocimiento tras su trayectoria como realizador de videoclips, fue el encargado de dirigir estas dos películas: 'El Extranjero' y 'Venganza Ciega', a cual más patética, bizarra, y en consecuencia, hilarante. No en vano la única referencia que se me ocurre para Oblowitz es Uwe Boll. Sólo esos dos me han producido esa impresión de vergüenza ajena incontrolable. En fin, que hasta el célebre Joel Silver estuvo detrás de estos proyectos, y claro, el resultado fue un fracaso rotundo y revelador. Esto, unido al evidente deterioro físico del héroe, que usa dobles para infinidad de escenas de acción, ha provocado que desde entonces Seagal no haya vuelto a aparecer por la cartelera, al menos por la española.
El futuro de Steven Seagal. Parece ser que la autoparodia es el único fin posible cuando la carrera de un actor va cuesta abajo y sin frenos. Por tanto, el anuncio para una bebida isotónica que podemos ver más abajo es inevitable para disfrutar de su nueva etapa como héroe de acción en el ocaso. Es más, es un anuncio que remite directamente a esta escena de la lamentable 'El Vuelo de la Ira'. Además, personalmente tengo curiosidad por ver 'The Onion Movie', donde parece que es un personaje totalmente enfocado a burlarse de su idiosincrasia. Por lo demás, tampoco creo que esté muy incómodo en esta etapa de su vida. Tiene un restaurante vegetariano de gran afluencia y se divierte tocando la guitarra en su propio grupo 'Steven Seagal and the Thunderbox', que por increíble que pueda parecer, no está mal y se deja escuchar con fluidez.
En definitiva. Si equiparamos el cine de Steven Seagal, que ciertamente podemos considerarlo como un subgénero en sí dentro del cine de acción, a la comida, rápidamente podemos decir que Steven Seagal es a un espectador lo que la comida rápida a una cena de provecho. Las películas de este señor son tan digeribles, requieren tan poco esfuerzo mental del que las visiona, que sin duda conforman un kit completo de entretenimiento. Sólo hay que hacerse a la idea de un domingo por la tarde, en el que uno es consciente de lo que lo único que pide para la ocasión es un sofá y el amigo Stevie pegando mamporros. ¿Cuántas familias conocemos en las que el padre de familia desea ver a este hombre en acción, mientras su mujer se resiste y los hijos quieren ver 'Operación Triunfo'? No todos los días podemos ver películas de culto como 'Blade Runner', 'Adaptation' o 'Brazil', de esas "que hacen pensar" (lo que sería un plato de Ferrán Adriá, siguiendo el símil). Hay veces que necesitamos a Seagal a lo suyo, dándonos un espectáculo convencional, inverosímil y a todas luces divertido. Algunos esperarán una resurrección de este hombre, los demás se regocijarán de su caída, pero lo cierto es que Seagal sigue marcando una estela y eso es lo importante.