Ayer lunes, Patrick Swayze perdía su batalla contra el cáncer de páncreas que se le diagnosticó en el 2008, tenía 57 años.
Me imagino que Swayze no necesita presentación para ninguno de vosotros. El actor se hizo famoso en los años 80 por participar en películas tan significativas como ‘Rebeldes’ (‘Outsiders’, Francis Ford Coppola, 1982), y sobre todo ‘Dirty Dancing’ (Emile Ardolino, 1987). En la década siguiente incrementó su fama con el bombazo taquillero ‘Ghost’ (Jerry Zucker, 1990) y el excelente film de acción ‘Le llaman Bodhi’ (‘Point Break’, Kathryn Bigelow, 1991), para el que esto firma su mejor interpretación, ese atracador de bancos surfista, amante del riesgo y adorador de las utopías.
Más tarde cayó en cierto declive, recuperándose recientemente con la serie de televisión ‘The Beast’, que tuvo que suspenderse por la delicada salud del actor.
Hasta siempre, Patrick.
Vía | El país (gracias a todos los que nos habéis escrito con el aviso)