Uno de los fenómenos más curiosos en torno a 'TÁR' es como mucha gente ha asumido que está inspirada en una artista real, a pesar de que no hay realmente una figura similar en esos circuitos de música clásica. Podemos atribuirlo a esa exquisita atención al detalle de Todd Field, que crea un personaje absolutamente verosímil y también carga la película de atinadas referencias, o también a la proliferación del biopic musical en los últimos años.
De ser un biopic real, sería una interesante y venenosa distorsión de aquello en lo que se ha convertido el género con los últimos años: conservador, blanco, mecánico, wikipédico y poco interesante. Curiosamente, Cate Blanchett sí estuvo en un biopic de una figura musical real, y es de los mejores y más transgresores que se han podido ver. Se trata de 'I'm Not There'.
Un judas indescifrable
En esta película, disponible para ver a través de Filmin, Blanchett no se pone a las órdenes de Todd Field, sino de Todd Haynes, uno de los nombres más interesantes del cine independiente americano. Buen heredero de los melodramas de Douglas Sirk, aunque en ocasiones sorprende con experimentos donde intenta expandir la forma del medio para explorar mejor el fondo, sus personajes.
Aquí la figura a estudiar es Bob Dylan, uno de los compositores más importantes de todos los tiempos y también una figura impenetrable. Su multitud de etapas distintas, que esquivan la tradicional historia de ascenso y caída que tanto suele funcionar en Hollywood, o su manera de edificar su imagen pública a través de humos y espejos hace que sea muy difícil diseccionarlo en una película convencional. Por ello Haynes evita hacer una.
Aquí retrata su legendaria trayectoria a través de seis periodos distintos, que representa con seis intérpretes distintos que simulan dar vida a seis personajes distintos aunque estén todos basados en Dylan. También prueba a contarlos con seis estilos distintos, cambiando fotografía o tonos para amoldarlos al periodo que busca retratar. Blanchett va compartiendo el protagonismo con unos también impresionantes Heath Ledger, Christian Bale, Ben Whishaw o Richard Gere.
'I'm Not There': juntando piezas del puzzle
No obstante, a Blanchett le toca hacer uno de los periodos de Dylan más fascinantes. El cambio a lo eléctrico, la conversión a estrella de rock, las acusaciones de Judas, la polémica. Aquí es donde el experimento de Haynes muestra todo su potencial, replicando pero también subvirtiendo los detalles públicos conocidos sobre ese momento y aprovechando a un magnético intérprete para reflejar a un inconformista, si bien el enigma aún se mantiene impenetrable.
Es difícil explicar a Dylan. Martin Scorsese ya lo intentó dos veces, y se quedó cerca. Todo lo cerca que uno puede. Haynes también, gracias a su poliédrico dibujo que, sin bien no puede juntar todas las piezas del puzzle, busca ordenarlas de manera que forjen historias interesantes. Incluso con un resultado imperfecto, propio de la naturaleza densa y experimental del proyecto, consigue hacer bien lo que un buen biopic debería hacer.
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