"No podemos hacer eso". Jenna Ortega se negó a besarse con Cameron Boyce en un casting adolescente... y ambos perdieron el papel

Cuando tienes 15 años en Hollywood, besarte con tu amigo es algo que puede que no quieras hacer

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Hasta hace bien poco, a los actores infantiles en el cine les trataban de maneras muy poco acordes a su edad. No solo en cuanto a cantidad de trabajo, sino también en cuanto a lo lejos que estaban dispuestos a llegar por triunfar dentro de su inocencia, y que se han representado en documentales siniestros como 'Silencio en plató'. Por ejemplo, Anne Hathaway contó que durante los castings de inicios de los 2000 tenía que liarse con unos diez hombres delante de los productores para ver si había química entre ellos, algo que le parecía, obviamente, mucho más grosero que excitante. Ahora, por suerte, las cosas han cambiado, y Jenna Ortega nos da un ejemplo de ello.

Eso es lo que no quiero, besos

Ortega empezó a actuar a los diez años en un episodio de 'Rob', la sitcom de Rob Schneider (que solo duró ocho episodios), y desde entonces ha crecido entre platós y rodajes. Y eso conllevó pasar por su momento Disney Channel, interpretar a la joven Jane de 'Jane the Virgin' y conocer a otros actores infantiles como el fallecido Cameron Boyce (en 2019, a sus jóvenes veinte años), con el que coincidió en un casting cuando era adolescente y que salió muy mal, tal y como le contó a Canal+ (en Francia) y recoge People.

Nos conocíamos desde que teníamos once o doce años, y se suponía que teníamos que besarnos en un casting. Esto fue unos años después, a los 15 ó 16. Entramos y supuestamente teníamos que interpretar a dos intereses románticos. Pero obviamente lo sentí raro, y como él era un poco mayor que yo, simplemente nos miramos y dijimos "No, no podemos hacer esto".

Obviamente no consiguieron el papel, pero Ortega se sintió "realmente agradecida" cuando Boyce dijo que no estaba dispuesto a pasar por ese trago, y significó mucho que él pusiera por delante su bienestar antes que conseguir el trabajo: "Fue muy dulce, porque estaba incómoda y lo estaba pasando mal". Cinco años después de su repentino fallecimiento, Ortega sigue recordando a su amigo, y eso habla maravillas de quien fue.

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