Cuesta creerlo, pero ya hace diez años del estreno de 'John Wick', una película que ha iniciado una franquicia de manera inesperada: tres secuelas, un próximo spin-off, una serie, videojuegos, cómics y todo tipo de merchandising. La imagen de Keanu Reeves con barba y pistola en la mano queriendo vengar a su perro se ha hecho mundialmente conocida, pero ahora hemos sabido... que estuvo a punto de no ser así.
Cuanto más pelo, más hermoso
Cuentan Chad Stahelski y David Leitch en Business Insider que, de hecho, los productores preferían a Keanu Reeves barbilampiño y no terminaban de ver lo de la barba, sobre todo teniendo en cuenta que hasta ese momento le habíamos visto siempre afeitado: estaban seguros de que el público no iba a aceptar este cambio estético.
Nosotros queríamos hacer una película de mitología griega en el mundo moderno, pero eso no es popular. Así que quisimos hacer algo guay con Keanu. Pero la gente con dinero quería ver al puto Keanu Reeves. El Keanu de 'Le llaman Bodhi', el Keanu de 'Speed'. Y no sé si esta norma sigue existiendo, pero en aquel momento los grandes poderes nos dijeron que no podíamos cubrir la cara de nuestro protagonista con una barba.
Y la cosa tuvo más importancia de la que parece, según Leitch: "No quiero hablar de ello, pero desde entonces he tenido conversaciones violentas sobre las estrellas teniendo vello facial. '¡Necesita estar afeitado para el mercado internacional!'. Esa es la clásico frase de un estudio". Eso sí, como sabemos, al final todo salió bien para ellos... aunque necesitaron hacer trampa.
Sentimos que no podían despedirnos, así que el primer día de rodaje tuvimos a Keanu con la barba, y más tarde esa semana, cuando estaban viendo los planos diarios con el director de fotografía Jonathan Sela, la gente lo adoró de la hostia.
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