En muy pocas ocasiones vamos a poder emplear el término "segunda juventud" para referirnos a la trayectoria profesional de un intérprete como en el caso de Ke Huy Quan. El último ganador del Óscar al mejor actor secundario por su trabajo en la fantástica 'Todo a la vez en todas partes' ha visto su carrera proyectada hasta límites insospechados después de un año, el 2022, que marcó un antes y un después.
Tras debutar en la gran pantalla con 'Indiana Jones y el templo maldito' y arrasar al año siguiente dando vida a Data en 'Los Goonies', el de Saigon pasó de puntillas por el medio cinematográfico durante dos décadas y media marcadas por los papeles pequeños y por su crédito como ayudante de dirección en la '2046' de Wong Kar-wai —palabras mayores—.
De Spielberg a Feige (y tiro porque me toca)
No obstante, el presente y futuro de futuro del intérprete tienen una pinta de lo más prometedora después de que se uniese de forma oficial al Universo Cinematográfico de Marvel para dar vida al enigmático personaje de Ouroboros ("OB") en la temporada 2 de 'Loki'.
Un trabajo que, según ha revelado con emoción el actor en el podcast 'Happy Sad Confused', consiguió gracias a una llamada del mismísimo Kevin Feige.
"Cuando salió nuestra película, la primera llamada que recibí fue de Kevin Feige, quien muy amablemente me preguntó si quería unirme al MCU. Llamé a Jonathan y al grupo y dije, '¿Sabéis qué? Nadie quiere contratarme excepto Steven Spielberg, George Lucas, Wong Kar-wai, los Daniels y Kevin Feige'. Ha sido increíble. 2022 es el año que siempre recordaré como uno de los más felices de mi vida".
Además, Ke Huy Quan ha explicado cómo fue su periplo interpretativo desde su papel como Tapón, en el que los largos tiempos de desempleo y los roles minúsculos estuvieron a la orden del día.
"Recuerdo que hice ['Indiana Jones y el templo maldito'] en 1984 y 'Los Goonies' en 1985. Hice una serie de televisión para CBS en el 86 y, después de eso, los papeles se volvieron más pequeños y las oportunidades más escasas, y esperaba un año y medio entre trabajos. Y si miras mi currículum, algunos de esos trabajos eran sólo personajes pequeños, así que, ya sabes, podía esperar un año y medio, trabajar una semana y volvería a esperar otro año antes de tener otra oportunidad de hacer un casting".
Por suerte, nunca se sabe cuándo la vida puede dar un giro de 180º, y si no, que se lo digan a Quan.
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