Sí, la sorpresa ha sido total. Esta mañana han encontrado muerto, en su habitación de un hotel de Bangkok, al actor David Carradine, que contaba con 72 años de edad. Las primeras informaciones, que aseguraban que se había suicidado ahorcándose, finalmente han resultado desmentidas por su agente, Chuck Binder. Según él se ha tratado de una muerte natural, pero medios tan importantes como el New York Times afirman que le han encontrado ahorcado, así que habrá que esperar para asegurarnos. Desaparece así uno de los más importantes miembros de una familia de actores legendaria en la televisión y el cine estadounidense.
Ha llegado a participar en dos centenares de producciones, aunque siempre será recordado por dos papeles sobre todo. El del monje Shaolin Kwai Chang Kane (papel que le arrebató en el último momento a Bruce Lee) y el de todopoderoso jefe de la mafia Bill. Pero Carradine nunca fue considerado un actor de prestigio, a pesar de haber trabajado con Scorsese en la inquietante ‘Boxcar Bertha’ o con Bergman en la magistral ‘El huevo de la serpiente’. Pero claro, los 63 capítulos de ‘Kung-Fu’ (aunque no sabía nada de artes marciales antes de empezar con ella) o su maravillosa aparición en la película de Quentin Tarantino pesan mucho.
En mi opinión era un actor de rostro poderoso y voz profunda y bien atenorada, capaz de ofrecer potentes secundarios y atípicos protagonistas. Descanse en paz. Arriba incluimos un clip de ‘Kill Bill, vol.2’ en el que está perfecto, a modo de homenaje sincero.
Vía | El País