"Es un medio para contar una historia mucho más auténtica". Ryan Reynolds defiende la clasificación para adultos en 'Deadpool y Lobezno' como algo más que un simple elemento de impacto

Cuando se anunció que Deadpool daría el salto al Universo Cinematográfico de Marvel y, en consecuencia, tendría su primer largometraje bajo el ala de la todopoderosa Disney, uno de los mayores miedos del fandom fue que el cambio de hogar se tradujese en la pérdida de su calificación por edades para adultos. Por suerte, todo terminó siendo un temor infundado, y lo nuevo del Mercenario Bocazas volverá a ser tan salvaje como de costumbre.

Para (no) todos los públicos

Pero según ha afirmado el padre y artífice de la ahora trilogía Ryan Reynolds durante una entrevista con The New York Times, la calificación R es mucho más que un simple mecanismo de impacto gratuito y un reclamo comercial, convirtiéndose en una suerte de sinónimo de libertad narrativa.

“Este personaje cambió toda mi vida, es como mi nave nodriza para. Nunca hubo un segundo en que alguno de nosotros estuviera en piloto automático. Y luego la clasificación impulsó mucho de esto, desviándose deliberadamente de su uso como elemento de impacto y utilizándolo como un medio para contar una historia sobre estos dos tipos que es mucho más auténtica de lo que podrías hacer si estuvieras limitado por una clasificación PG-13”.

Además, Reynolds ha explicado que ha hecho un test screening infalible y, en parte, poco recomendable; y es que la estrella de la función decidió enseñar 'Deadpool y Lobezno' a su madre de 70 años... y a su hijo de 9. El feedback no pudo ser más positivo.

“Ambos se reían a carcajadas, sintieron la emoción donde más desesperadamente esperaba que la gente lo hiciera. Cuando vi películas clasificadas R cuando era niño, me marcaron mucho porque sentí que la gente no se contenía, y han sido una gran inspiración para muchas de las cosas que ahora busco hacer”.

Desde luego, lo de Ryan Reynolds por Wade Wilson es pura devoción. Su amor por el personaje se remonta a mucho más atrás de su convulso periplo cinematográfico —no olvidemos que sacar adelante la primera cinta fue un arduo proceso que muchos terminaron dando por perdido—. Cuando después de 10 años pudo levantar la primera parte de la saga, tuvo que seguir haciendo sacrificios que también afectaron a su bolsillo.

“Cuando finalmente pude hacerlo, habían pasado casi 10 años en ese momento. Ninguna parte de mí pensaba cuando ‘Deadpool’ finalmente fue aprobada que sería un éxito. Incluso dejé de cobrar por hacer la película solo para que volviera a la pantalla: No permitirían que mis coguionistas Rhett Reese y Paul Wernick estuvieran en el set, así que tomé el pequeño salario que me quedaba y les pagué para que estuvieran en el set conmigo para que pudiéramos formar una sala de escritores de facto”.

Cuando se hacen las cosas con tanta pasión, es difícil que salgan mal. El próximo 25 de julio veremos si 'Deadpool y Wolverine' vuelve a confirmar esta máxima.

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