Hacía días que se venía hablando de su grave enfermedad, así que parecía solo cuestión de tiempo que la actriz María Isbert, de 94 años de edad, falleciese por causa de un empeoramiento en sus procesos crónicos.
La hija del gran Pepe Isbert —y la madre de los también actores Tony Isbert y Carlos Isbert—, a pesar de contar con 250 películas a sus espaldas, algunas de ellas bastante recientes, y numerosas intervenciones en la ficción televisiva; podría no disfrutar del reconocimiento debido, ya que la mayoría de las veces sus personajes fueron secundarios. No obstante, ya hemos dicho numerosas veces que el cine español ha contado con magníficos intérpretes secundarios e Isbert era una de ellos, pues tenía una enorme capacidad para la comedia y un amplio registro. Si bien su físico hizo que en muchas ocasiones encarnase personajes desagradables, no dejaba de emanar, a través de ellos, una enorme humanidad y un carisma que sobresalía por encima de la dimensión del papel asignado.
Entre los numerosos títulos en los que participó, se pueden contar ‘La vida empieza a medianoche’, ‘Un hombre de negocios’, ‘El verdugo’, ‘Viridiana’, ‘La Lola se va a los puertos’, ‘Botón de ancla’, ‘Currito de la cruz’, ‘Sor intrépida’, ‘Recluta con niño’, ‘Los ladrones somos gente honrada’, ‘El cochecito’, ‘¡Cómo está el servicio!’, ‘La tonta del bote’, ‘Operación Mata-Hari’, ‘Hay que educar a papá’, ‘Una chica casi decente’, ‘La guerra de papá’, ‘El bosque animado’, ‘Amanece, que no es poco’, ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’, ‘Semen, una historia de amor’ y ‘Envejece conmigo’.
A lo largo de su fructífera carrera, recibió diversos premios y reconocimientos, entre ellos el nombramiento de miembro de Honor de la Academia de Cine.
El fallecimiento se produjo el lunes, día 25. Está previsto que la capilla ardiente se instale en el Teatro Circo de Albacete —nos dejó en un hospital de Villarrobledo, localidad de la provincia de Albacete —, a partir de las 11:00 horas de hoy.
Vía | El País.