"¡Más lubricante!". Hugh Jackman confiesa que tuvo una pequeña ayuda en 'Deadpool y Lobezno' para que se le viese aún más mamadísimo a sus 55 años

Para presumir hay que sufrir, sobre todo cuando ya cargas 55 años a tus espaldas y luces palmito del modo en que lo hace Hugh Jackman. El actor, que ha vuelto a ponerse en la piel —y el adamantium— de Lobezno en 'Deadpool & Wolverine', ha explicado en un post de X en el que ha acompañado de una nota de voz una foto en la que se le ve mamadísimo que, en efecto, interpretar al mutante fue bastante sacrificado.

“Mucha gente me ha preguntado cómo me puse en forma. Qué hice, qué comí, cómo entrené, si fue difícil a mi edad. Sólo quería tomarme un momento para decir que, sí, tuve que esforzarme, hacer esas pesas, comer esas comidas, pero tuve un equipo increíble que me ayudó. No habría llegado ahí ni de broma sin ellos”.

Pesas y aceite

Como dice Jackman, este tipo de logros no se consiguen por uno mismo, y agradece la ayuda a su entrenadora personal Beth Lewis y a Whitney James, su maquilladora en la tercera película del Mercenario Bocazas, que le untaba con aceite día sí y día también para que sus músculos resaltasen en cámara; especialmente durante la grabación del clímax de la cinta —día que el actor no llevó demasiado bien—.

“Whitney, mi maquilladora, tenía que aplicarme algún tipo de aceite para que mi piel brillara. Escuchabas al director Shawn Levy gritar: ‘¡Más lubricante para Hugh!’ Y todos se reían. Ese día estaba de mal humor porque no había bebido agua la noche anterior, llevaba días comiendo tilapia y judías, pero gracias al equipo en el set todo fue más fácil".

Este no es el único caso de intérpretes sufriendo para estar físicamente perfectos en pantalla. Sin ir más lejos, Dan Stevens se sometió a un durísimo entrenamiento y a una deshidratación salvaje para rodar el plano en el que sale de la ducha en 'The Guest', pasando un día entero sin comer ni beber y bebiendo una Coca-Cola light y haciendo 100 sentadillas y 100 flexiones justo antes de que Adam Wingard gritase "acción".

Otro caso que me fascina, y que debió ser tremendamente incómodo para la actriz fue el de Olivia Munn, a quien tenían que embadurnar de lubricante para que cupiese en su ajustadísimo traje de látex con el que dio vida a Mariposa Mental en 'X-Men: Apocalipsis', llegando presuntamente a reventarlo en uno de sus primeros días de rodaje. Desde luego, nadie dijo que ser una estrella fuese fácil.

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