Igual que con otras cosas, hacer una lista de las más bellas, o de planos secuencia, o de lo que sea, siempre es reduccionista. Nunca se deben hacer estas listas, creo yo, con ánimo de dejar cerrada una cuestión, sino con el objetivo de que luego cada lector aporte sus propias preferencias, y podamos, entre el redactor y los lectores, conformar una enorme galería de bellezas cinematográficas con la que alegrarnos la vista y recordar que muchas veces, con ellas dentro, llega a importarnos bien poco que la película no valga mucho. Supongo que también habría que animarse a hacer una lista de los actores más bellos y atractivos del cine, en un futuro. De momento, aquí tenemos a las del sexo femenino:
Jean Seberg
Conseguir el papel para la Juana de Arco de Otto Preminger (‘Saint Joan’, 1957) a los dieciocho años frente a 18.000 candidatas, ya la destinaba a la leyenda. En su breve pero fascinante carrera aún pudo ser la protagonista del magistral ‘Lilith’ (1964) de Robert Rossen, y antes la maravillosa Patricia Franchini de ‘Al final de la escapada’ (‘À bout de souffle’, Jean-Luc Godard). Su posterior carrera fue muy poco afortunada, y poco se puede rescatar, salvo ‘La leyenda de la ciudad sin nombre’ (‘Paint your Wagon’, 1969). Su vida personal fue tortuosa, oscura y melancólica. Simpatizante de los Panteras Negras, fue acosada por el FBI. Según parece, se suicidó a los 40 años. Nunca envejeció esta enigmática y bella actriz.
Sharon Tate
Esta preciosa tejana de trágico y sangriento final, fue modelo antes que actriz, y no pudo demostrar su gran talento apenas, porque la secta de Charles Manson la asesinó, junto a sus amigos, una aciaga noche del 9 de agosto de 1969, a los 26 años, embarazada de ocho meses y medio de un hijo con Polanski. En ‘El baile de los vampiros’ (‘The Fearless Vampire Killers’, 1967) está sublime, sin contar con su belleza. Lástima que no pudiera trabajar más allá de sus 26 años. Quién sabe hasta dónde habría podido llegar. Por supuesto, habría protagonizado la venidera ‘Tess’ (id, Polanski, 1979).
Gloria Grahame
Siempre he sentido una profunda y salvaje fascinación por Gloria Grahame, como quizá algunos sabrán. Más secundaria que principal, su rostro es uno de los más atractivos e inclasificables de los años cuarenta y cincuenta. Aunque ganó el Oscar gracias a Minnelli por ‘Cautivos del mal’ (‘The Bad and the Beautiful’, 1952), el papel en el que me enamoré de ella y que es de lejos mi preferido, es el breve pero inolvidable que tiene en la inigualable ‘¡Qué bello es vivir!’ (‘It’s a Wonderful Life’, Capra, 1946), en la que interpretaba a la problemática, atractiva, patética Violet.
Jennifer Connelly
Connelly podría ser, perfectamente, la actriz más bella y la que más han desperdiciado de su generación. Dentro de poco cumplirá los cuarenta, pero ya a los catorce participaba, con un rol inolvidable, en ‘Érase una vez en América’ (Leone, 1984), para después convertirse en mito sexual de los noventa, y para a continuación demostrar lo gran actriz que es en varias películas. Con esos ojos, y ese estilazo, se merecía mucho más que la carrera que ha tenido. Pero claro, ser actriz en Hollywood no es necesariamente un lecho de rosas.
Claudia Cardinale
Aún nacida en Túnez, sus padres eran sicilianos, y sus genes quedaron así establecidos para siempre. Basta con echar una mirada a su voluptuosa figura o a sus ojos negros. Italiana de pura cepa, y con todas las consecuencias. Actualmente con setenta y dos años de edad, fue una de las actrices europeas más deseadas y famosas del mundo durante los sesenta y setenta. Debía estar en esta listas de manera impepinable, por su arrolladora imagen y porque sus papeles en ‘Hasta que llegó su hora’ (‘Once Upon a Time in the West’, Leone, 1968) o ‘El gatopardo’ (Visconti, 1963) eran díficiles de olvidar.
Grace Kelly
Grace Kelly, luego Grace princesa de Mónaco, fue el segundo amor frustrado de Hitchcock (frustrados porque ni Bergman, ni Kelly ni Hedren le hicieron ni caso…). Su carrera fue muy breve, pero su leyenda es inmensa. Quizá haya sido el rostro más perfecto del cine. Eso sí, niña pija entre las niñas pijas, nacida en Filadelfia (¿dónde si no?) y luego mujer del príncipe Rainiero de Mónaco. Tenía cincuenta y dos años cuando su coche se precipitó por un terraplén, causando su muerte. Su mejor película, sin duda, ‘La ventana indiscreta’ (‘Rear Window’, Hitchcock, 1954).
Marilyn Monroe
Excelente actriz de comedia loca, algo más limitada para el melodrama, la Monroe es el icono sexual por excelencia de la historia del cine. Y otra que murió joven y en circunstancias sospechosas. Posiblemente, con los cánones de belleza actuales, hoy día no causaría el furor de entonces, aunque nunca se sabe. Sus problemas de autoestima y con la bebida propiciaron una muerte anunciada que, según algunos, fue orquestada por los hermanos Kennedy, los cuales se la repartieron como quisieron y después la tiraron a la basura. También me inclino a pensar que el incompetente de su terapeuta (vean algún documental al respecto, son muy esclarecedores) tuvo mucho que ver.
Jane Fonda
Otro mito erótico, aunque por una vez sin final trágico. El problema, claro, es que a sus setenta y dos años se ve relegada a comedias basura y anuncios. Siempre presumió de preciosas piernas, y no era para menos. Aunque también poseía una mirada desarmante, fuerte y frágil a un tiempo. Mi Fonda preferida, la más fuerte y atractiva, es la de ‘La jauría humana’ (‘The Chase’, 1966), cuando ya era toda una estrella. Sin embargo, sus Oscar fueron por ‘Klute’ (id, Pakula, 1971), en la que salía muy guapa y muy misteriosa, además de bordar el papel, y por ‘El regreso’ (‘Coming Home’, Ashby, 1978). Mujer de ideas muy izquierdistas, es una leyenda por derecho propio. También en el aerobic.
Halle Berry
No podía faltar esta extraordinaria mujer, me parece a mí. Con el pelo largo o corto, con vestido o con vaqueros, siempre es una presencia arrolladora. Auténtico animal cinematográfico, que supo esperar pacientemente hasta poder demostrar todo su talento. No es sorpresa que su carrera esté dando mucho menos de lo que es capaz, siendo una mujer tan sensual y de piel oscura en Hollywood. No deben existir muchos personajes a su altura.
Julie Christie
Nunca estuvo tan guapa como en ‘Doctor Zhivago’ (Lean, 1965), en la que daba vida a la inolvidable Lara Antipova. Con este personaje pasaba de la adolescencia a la madurez de manera admirable. Pero no sólo es una presencia hipnótica, también es una magnífica actriz, quizá algo infravalorada, como ha demostrado en cincuenta años de carrera. Es una de las miradas más poderosas que han existido en Hollywood. Aunque claro, con esos ojos…
Zhang Ziyi
Para terminar, un rostro que era obligatorio. Lleva unos años con menos presencia internacional, pero Zhang Ziyi siempre será Zhang Ziyi, sobre todo la de ‘La casa de las dagas voladoras’ (‘Shi mian mai fu’, Yimou, 2004), pero también en ‘Héroe’ (‘Ying xiong’, Yimou, 2002), ‘Tigre y dragón’ (‘Wo hu cang long’, Lee, 2000) y por supuesto en ‘2046’ (Kar-Wai, 2004). Una belleza casi frágil, etérea, que se combina con la increíble fuerza de unos ojos y una sonrisa hipnóticos. Además, es una excelente actriz. Dios estaba sembrado.
¿Cuáles son las vuestras?
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Las más guapas (por Alberto Abuín)