La franquicia 'Fast & Furious' ha quedado asociada para siempre a Vin Diesel, pero lo cierto es que el actor no aparece en la segunda entrega y en la tercera únicamente hace un cameo. Curiosamente, esa aparición en 'A todo gas: Tokyo Race' es probablemente la más importante de toda su carrera, ya que le permitió ahorrarse la friolera de 10 millones de dólares y hacerse con los derechos de una importante saga de ciencia ficción.
"Si vas a hacer una secuela, hazla como Francis Ford Coppola"
Para entender mejor todo hay que remontarse a 2001, pues el gran éxito de 'A todo gas' llevó a que Universal quisiera hacer rápidamente una secuela, la cual llegó a los cines apenas dos años después. Eso sí, en ella no había ni rastro de Toretto y el actor desveló años después por qué no quiso participar en ella:
Recuerdo estar en una sala llena de grandes ejecutivos y de los dueños de la franquicia. Estábamos en una cena en Londres celebrando el éxito de la película. Uno de ellos me dijo: 'Tenemos que volver a hacer esto'. Recuerdo que les dije a todos los comensales: "No podéis repetirlo. No se puede tocar. Tenéis que dejarlo estar". Si hacíamos una secuela como hacían los estudios de la época, simplemente montando una historia, arruinaría la posibilidad de que la primera se convirtiera en un clásico (...) Yo era un idealista y, para mí, el guion no continuaba la historia. Si vas a hacer una secuela, hazla como Francis Ford Coppola, hazla como uno de los grandes de la literatura, pero eso no era lo que estaban haciendo. Estaban capitalizando la marca y aprovechando su éxito todo lo que podían.
Pese a que le hicieron una importante oferta económica -él dijo años después que le ofrecieron 25 millones de dólares-, Diesel cortó con la franquicia y en su lugar prefirió hacer 'Las crónicas de Riddick', una secuela de la notable 'Pitch Black'. Fue entonces cuando las cosas empezaron a complicarse, ya que 'A todo gas 2' fue un éxito pero también fue destrozada por la crítica y no dejó un buen sabor de boca entre los fans, mientras que 'Las crónicas de Riddick' fracasó con estrépito.
El curioso acuerdo con Universal
El movimiento lógico era recuperar a Diesel para la tercera entrega, pero el actor estaba más interesado en hacer una tercera entrega de la saga de Riddick. El problema es que en Universal no querían ni oír hablar de eso y no dudaron en rechazar una oferta de 10 millones de dólares de Diesel para hacerse con el control creativo de esa franquicia, tal y como él mismo recordaba:
Nunca podré expresar la ansiedad, la frustración y el miedo que sentí antes de hacer esta película, cuando la financiación no llegaba a donde tenía que llegar. Cuando ponían candados en el estudio de producción de Canadá porque no teníamos fondos suficientes para empezar. Hasta el punto de que tuve que apalancar mi casa. En aquel momento, sentí que 'Riddick' estaba guardada en una cámara acorazada. No se nos permitía ser creativos con ese proyecto del que ya nos habíamos enamorado. Dijeron: "No podemos soportar la idea de que esta película tuviera éxito en otro sitio. Así que la respuesta es no".
El estudio estaba en su derecho de actuar así, pero no sería la última vez que tuviesen que lidiar con Diesel, ya que el actor tampoco estaba muy interesado en participar en 'A todo gas: Tokyo Race'. Fue entonces cuando la franquicia de Riddick se convirtió en moneda de cambio: Universal propuso al actor hacer un cameo en la película y a cambio le cedería los derechos de esa saga de ciencia ficción.
De esa forma, Universal dejó de lado sus dudas sobre estrenar en cines 'A todo gas: Tokyo Race' o no, mientras que Diesel abría la puerta a un regreso completo de Toretto a la franquicia que se concretaría poco después con 'Fast & Furious: Aún más rápido'. Eso sí, una charla con el director Justin Lin en el set de la tercera entrega fue clave, pues el propio cineasta recuerda que "hablamos sobre lo que faltaba en la franquicia: mitología. Hay un montón de personajes, existen en este universo y es importante respetarlo. Me lo tomé muy a pecho".
Eso no quita que 'A todo gas: Tokyo Race' acabase siendo la película menos taquillera de la saga, con unos ingresos de apenas 159 millones de dólares. Sin embargo, ese cameo de Diesel dejó con curiosidad por más, algo que el actor aprovechó para ganar en importancia creativa en la saga, ya que ejerció como productor en la misma a partir de la cuarta entrega. Él mismo resumió todo así:
Cuando hice ese cameo, me dieron dos franquicias. La primera, 'Fast & Furious', que creían que nunca volverían a producirla. Y Riddick, que no querían volver a producirla.
'Fast & Furious' acabó convirtiéndose en seguramente la franquicia más importante de Universal, tocando techo con los 1.515 millones de dólares que ingresó la séptima entrega, mientras que Diesel estrenó 'Riddick' en 2013. No es que fuera un bombazo, pero sí que dio suficiente dinero -costó 38 millones de dólares y recaudó 98 millones- como para que lleve tiempo colaborando con David Twohy para sacar adelante 'Riddick: Furya'.
Una jugada maestra por parte de Diesel.
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