El maestro del suspense, M. Night Shyamalan, se ha propuesto captar la locura de un concierto de Ariana Grande en su próximo thriller sobre un asesino encerrado en un evento, 'La trampa' ('Trap'), sin embargo, su estrella, Josh Hartnett, que hace de un padre asesino en serie llevando a su hija en medio de los fans de una cantante, no estaba seguro de poder creérselo en el rodaje.
Una experiencia reproducida con verosimilitud
En una entrevista reciente con Associated Press, Hartnett admite que no podía entender lo que habían conseguido con la película hasta que vio a Taylor Swift:
“Llevé a mis hijas al Eras Tour de Taylor Swift hace unas dos semanas cuando vino a Londres y eso fue lo primero que les interesó. Lo que fue sorprendente fue que le envié una foto a Night diciendo básicamente que era la vida imitando al arte. Porque cuando rodamos la película sentí que su caracterización del público me parecía exagerada, como la visión de alguien que aún no había ido a un concierto de pop con sus hijos."
Hartnett continuó explicando cómo le sorprendió la excitación en el plató mientras rodaba las escenas del concierto
"Yo estaba como, esta chavalada está demasiado metida en el concierto, la gente no es así en los conciertos. Yo recordaba que en los conciertos todo el mundo se comportaba de otra forma, se creía demasiado guay para hacer nada. Las cosas ahora son... están rabiosas. Los chavales de ahora se ponen rabiosos por los artistas que les encantan".
Al parecer, Hartnett tuvo que ver a Swift en persona para darse cuenta de ello, pero una vez que lo hizo, supo inmediatamente que Shayamalan había dado en el clavo.
"Cuando fui a la gira Eras, observé ese tipo de interacción entre los fans enloquecidos por Swift. Su idolatría por Taylor Swift era totalmente intensa, hasta llegar a llorar cuando la veían y todo eso estaba en línea con lo que Night creó aquí, lo que me impresionó bastante".
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