Llegados a este punto podríamos decir prácticamente a ciencia cierta que Jim Carrey jamás dejará de sorprendernos. Nos volvió locos y nos hizo reír a mandíbula batiente con su repertorio de muecas en la piel del detective de mascotas Ace Ventura o de Charlie —o Hank— en 'Yo, yo mismo e Irene'; nos mostró su lado más sensible en 'The Majestic' y '¡Olvídate de mi!' y, recientemente, en el emotivo cortometraje 'I Needed Color', desnudó la vis artística que le está ayudando a sobrellevar los últimos baches de su vida.
Logros profesionales aparte, la última aparición pública del actor, pintor y escultor ha vuelto a revelarnos un nuevo cariz del bueno de Jim, dejando a su paso muecas de estupefacción de dimensiones similares a la de Catt Sadler, la reportera que decidió hacerle un par de preguntas durante la New York Fashion Week. El señor Carrey tiró de existencialismo y junto a bailes grotescos y canturreos demenciales soltó un discurso que nada tiene que envidiar a los de Rust Cohle en 'True Detective'. Atentos, porque no tiene desperdicio.
Well, you definitely can't say that Jim Carrey gives a boring interview: "There is no me. There's just things happening." pic.twitter.com/HatQ6mHsKp
— E! News (@enews) 10 de septiembre de 2017
"Nada de esto tiene sentido, así que quería encontrar la cosa más insignificante que hubiese y unirme a ella, y aquí estoy. Debes admitir que esto es bastante insignificante. ¿Crees en los iconos? Yo creo en personalidades. No creo que tu existas. Pero hay un aroma maravilloso en el aire."
Con estas palabras, precedidas de una suerte de danza ritual en torno a la señorita Sadler, que lidió con la situación como buenamente pudo, Carrey dio inicio uno de los momentos más peculiares que nos ha dejado una alfombra roja en lo que va de año. La cosa no quedó aquí, ya que el intérprete cambió ligeramente su discurso e indagó en la naturaleza de nuestra existencia.
"No creo en iconos. No creo en personalidades. Creo que la paz yace más allá de la personalidad, más allá del ingenio y el engaño, más allá de la S roja que llevas en tu pecho y que hace rebotar las balas. Creo que es más profundo que eso. Creo que somos un campo de energía bailando para si mismo. Y no me importa."
Intentando salir del paso, la entrevistadora, no sabemos si abrumada por las trascendentales revelaciones de Carrey o simplemente deseando que la tierra le tragase, intentó desviar el tema y hablar sobre la vestimenta del actor para la ocasión. Craso error, ya que dio pie a una última reflexión que ríanse ustedes de Schopenhauer y Ligotti.
"No me he vestido, no hay un "yo". Tan sólo hay cosas sucediendo... Esto es lo que hay, no es nuestro mundo. Nosotros no importamos, esas son las buenas noticias."
Bromas aparte, no sabemos muy bien si Jim Carrey continúa sufriendo las secuelas de los trágicos eventos a los que se ha enfrentado últimamente y las adicciones derivadas de ellos, o si tan sólo está haciendo una suerte de performance para ponerle en boca de la opinión pública. Sea como fuere hay que reconocer que sigue siendo único en su especie. Si es que pertenece a alguna.
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