El día 5 de octubre se celebra el día de James Bond, el icónico espía literario creado por Ian Fleming que ha vivido su mejor vida en la gran pantalla durante más de seis décadas y veintisiete largometrajes, que se dice pronto.
Durante todo este tiempo, siete intérpretes han encarnado al agente 007, pero en lo que respecta al público millennial, es muy probable que la primera gran toma de contacto con la saga fuese a través del repeinado y estiloso Pierce Brosnan de 'GoldenEye' (1995).
Popurrí con estilo
Pero ojo, porque aunque la película, dirigida por Martin Campbell y estrenada en un ya lejano 1995, supusiese un soplo de aire fresco para las peripecias cinematográficas del bueno de Bond, la aproximación del actor a su personaje no dejó de ser fruto de versiones anteriores.
Concretamente, como el propio Brosnan explicó en una entrevista con Esquire, sus dos guías fueron, para sorpresa de nadie, Roger Moore y Sean Connery.
"Me influyó mucho el trabajo de Roger Moore y Sean Connery, y permití que esa influencia se reflejara en mi trabajo, no la censuré. Tenía un gran respeto por ambos actores y sus interpretaciones como Bond, y especialmente, estaba escrito de tal manera que podías sentir la sombra de ambos personajes, ambos hombres, ambos actores, y llegué a un acuerdo con eso desde muy temprano en el rodaje".
Brosnan, en una publicación de Instagram con motivo del 90 cumpleaños de Connery, mostró su devoción hacia el trabajo del escocés, de quien dijo que fue "muy poderoso y muy dominante en el papel".
"Tenía once años en 1964, recién llegado de Irlanda cuando vi 'Goldfinger' en el cine ABC en Putney High Street. Fuiste mi Bond de inspiración".
Por otra parte, del 007 de Roger Moore adoptó su ligereza, su enorme sentido del humor y esa tendencia por los one-liners y frases lapidarias de listillo con encanto.
"Siempre tuvo un toque ligero, realmente no se lo tomaba demasiado en serio, y sin embargo, era lo suficientemente sabio como para saber que era un juego peligroso no tomarlo absolutamente en serio. Pero Roger tenía un toque ligero, y algunas de las cosas que hacía eran tan extravagantes".
La combinación de ambas apuestas moldearon un inicio de etapa impresionante con 'Goldeneye' al que siguieron productos más o menos irregulares pero con un encanto y un talante muy distintos a los canalizados tanto por sus predecesores como por ese sucesor más sobrio, oscuro y edgy, que nos regaló un Daniel Craig al que ya buscan sustituto. Larga vida a Bond.
En Espinof: