Ni Ryan Reynolds, ni Hugh Jackman, ni tan siquiera estrellas invitadas de la talla de Wesley Snipes o Chris Evans; está claro que la gran estrella de 'Deadpool y Lobezno' ha terminado siendo el acento de Chaning Tatum. Y es que, por encima del actor y su trabajo como Gambito, si hay algo que nos ha robado los corazones —y las carcajadas— ha sido su ininteligible aproximación al dialecto cajún en uno de los grandes running gags de la película.
"¿Quién es tu coach de dialecto? ¿Los Minions?"
Pero ojo, porque a pesar de que pueda dar la sensación de que hubo gran parte de improvisación en su interpretación, cada una de las ráfagas de palabras de Tatum estuvo calculada al milímetro. Así lo ha explicado en una entrevista con Access Hollywood, en la que el actor ha hablado de su relación con este acento y las peticiones de Ryan Reynolds al respecto.
“Hubo muy poca improvisación. El dialecto cajún es uno muy particular. Crecí en Misisipi y mi padre es de Nueva Orleans. Así que es algo que he tenido presente, pero nunca lo había hecho. Hay ciertas expresiones que son muy cajún, pero en realidad teníamos la intención de que fuera algo ininteligible. Esa era parte de la broma.
[Ryan] se acercaba y decía: ‘No quiero entender nada de lo que dices en esta [toma]’, así que lo exageraba todo al máximo. Y en otras decía: ‘Está bien, ahora necesito entender lo que estás diciendo’.”
Está claro que el bueno de Channing se ha llevado una experiencia inolvidable de la mano de un mutante marvelita que pensó que no llegaría a intentar jamás después de años intentando levantar un largometraje en solitario. Desgraciadamente, se ha quedado con ganas de llevarse el traje de Gambito a casa, rompiendo una tradición personal.
"Tenía demasiado miedo de pedirlo. Generalmente, robo el último atuendo que uso en cada película, pero en esta tuve miedo de hacerlo".
Otra vez será. Seguro que la hay.
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