Imagino que lo habréis notado. Es algo que puede comprobarse fácilmente cuando te paras delante de un kiosko y echas un vistazo a las portadas de las revistas. Los que mandan en esto del cine, que es un arte pero también un importante negocio, están cambiando a los protagonistas masculinos de sus películas, los que deben encabezar los repartos de las grandes historias, los grandes romances, los hombres que cautivan, fascinan y enamoran tanto dentro como fuera de la pantalla. Sí, los están cambiando, los están rejuveneciendo.
Hace poco se celebró en la ciudad de Granada, donde me encuentro actualmente, la segunda edición del Festival de Cine Clásico, Retroback, y la imagen este año era la de Humphrey Bogart, icono del cine donde los haya. Puede que fuera por falta de publicidad, porque hay demasiada gente que es incapaz de ver películas en blanco y negro, más aún si están subtituladas (un sacrilegio en este país que adora el doblaje), o porque sencillamente no tenían ni pajolera idea de lo que se proyectaba, pero lo cierto es que la sensación general era de absoluto, y triste, desinterés. Pienso en esto cuando paseo por un centro comercial, y oigo por enésima vez los grititos de un puñado de chicas alrededor de librillos, carteles y DVDs con la imagen de uno de los guapos de moda: Robert Pattinson.
El fenómeno Twilight
Pattinson es sin duda el referente de la nueva ola de galanes modernos. Su nombre está en todas partes y su rostro aparece en todas las revistas; es, en definitiva, el triunfo del marketing, que ha convencido a millones de niñas, adolescentes y mujeres (y jóvenes gays) de que éste es el tipo más atractivo del planeta, ergo, deben morirse por sus huesos. Recuerdo que cuando estuve en Londres para el estreno mundial de ‘Cuento de navidad’, el mismísimo Jim Carrey bromeó diciendo que estaba muy nervioso porque le habían dicho que el protagonista de ‘Crepúsculo’ estaba por allí, y su mayor deseo era poder liarse con él. Es todo tan absurdo que el propio Pattinson ha declarado a menudo sentirse abrumado por el “boom” mediático montado a su alrededor, así como sorprendido por los comportamientos de sus fans más perturbadas.
No olvidemos que estamos hablando de un chico que pronto cumplirá los 24, y que de la noche a la mañana ha sido convertido en uno de los rostros más deseados del planeta, incluso cuando muchas de sus seguidoras tienen edad para ser su madre. Claro que como apunta la ley de Murphy, todo se puede empeorar. Ahí está para demostrarlo Taylor Lautner, su compañero de reparto en ‘Crepúsculo’ y ‘Luna nueva’. Tras una gran preparación física y llevarse media película sin camiseta (sin una verdadera razón) es ya otro de los “sex-symbols” del momento. Así de fácil. Hace nada podía verse en todas partes un anuncio en el que sorteaba pasar un día con él, como si eso fuera algo interesante. ¿Edad? 18.
Veinteañeros por cuarentones
El suyo es quizá el caso más flagrante de la nueva tendencia, pero los demás no andan muy lejos; Hollywood, o mejor dicho, los expertos en marketing de los que se fían los magnates de Hollywood, han visto lo que el púbico joven femenino puede lograr en la taquilla, y están como locos por explotar eso. Sin ir más lejos, ¿cuál fue la película que desbancó a ‘Avatar’ del primer puesto? ‘Querido John’, un melodrama romántico con Channing Tatum al frente del reparto. Tatum, 29 años. Pero hay más. Se está preparando el reinicio de la franquicia de ‘Spider-Man’ y ya han asegurado que el protagonista irá al instituto (suena fuerte el nombre de Logan Lerman, 18 añicos); dos de las películas que más expectación están generando en la red son ‘Tron: Legacy’ (la secuela de ‘Tron’) y ‘Beastly’ (una versión actual de ‘La bella y la bestia’), protagonizadas respectivamente por Garrett Hedlund (25) y Alex Pettyfer (20). Lo raro es que todavía no hayan convencido a Cristiano Ronaldo (25) para hacer sus primeros pinitos en el cine.
Pattinson, Lautner, Tatum, Lerman, Hedlund, Pettyfer y, entre otros, Zac Efron (22) o Daniel Radcliffe (20), cuyas imágenes llevan años explotándose. La pregunta que me parece más obvia ahora es: ¿no hay alternativas entre los tipos maduros? Desde luego que las hay. A bote pronto, ahí tenemos a Clive Owen, Eric Bana, Colin Farrell, Hugh Jackman, John Cusack, Jude Law, Ethan Hawke, Matt Dillon, Jim Caviezel o Aaron Eckhart, por decir sólo diez. En torno a los 40, que perfectamente podrían protagonizar los dramas o las comedias románticas que la maquinaria hollywoodiense desee poner en marcha. ¡Y son actores! No son sólo tipos atractivos. Pero ahí está una de las claves de todo el asunto: la interpretación ya no importa lo más mínimo. Los estudios han dado por buena la teoría de que el público es una masa de borregos, que no piensa, que no es capaz de diferenciar a los buenos de los malos actores, y que sólo quieren que alguien les diga qué deben ver, y a quién deben considerar bueno o malo.
Cambio cultural
No estoy exagerando ni un pelo. Vosotros lo sabéis. La cuestión, en realidad, es que con todo este proceso de rejuvenecimiento puede que tengan razón. No os miento en absoluto cuando os cuento esto, una anécdota que creo que viene al caso, que espero no veáis simplemente como una chorrada para rellenar (os aseguro que no gano nada por escribir más): hace un par de días estaba paseando con “mon amour” en busca de un lugar donde tomar unas tapas, cuando no pude evitar escuchar parte de la conversación que mantenían dos muchachas muy alegres que venían detrás; estaban hablando de un chico y una de ellas dijo “Pero, ¿no es muy niño”, a lo que la otra le respondió “¿Y qué, si lo que quiero es restregármelo?”. Las potentes ondas sonoras de sus maquiavélicas risotadas casi me tiran al suelo.
Lo que quiero decir es que quizá todo esto que han montado los de marketing tenga algo de sentido, a fin de cuentas el culto a la juventud es algo muy antiguo, los “asaltacunas” no se inventaron ayer. Tradicionalmente se ha visto como algo normal que un hombre se relacione con una mujer más joven, incluso mucho más joven (ya que lo hemos mencionado, Bogart era 25 años mayor que Lauren Bacall cuando se casaron). Quizá estemos ya en el momento en el que también lo contrario es algo de lo más normal, o puede que ya simplemente dé igual la edad. De hecho, Robert Pattinson está rodando actualmente ‘Bel Ami’, un drama en el que mantiene un romance con Uma Thurman (40). ¿Pura casualidad?
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Más allá de que suena bien, no estoy nada de acuerdo con eso, pero cuando se echa la vista atrás y se fija uno en actores de la talla de Bogart, Clark Gable, Cary Grant, John Wayne, Henry Fonda, James Stewart, Gary Cooper, Burt Lancaster, Kirk Douglas, Richard Widmark, Gregory Peck, Robert Mitchum, Marlon Brando, Montgomery Clift, Glenn Ford, Charlton Heston o Paul Newman, y luego se compara con los chavalines que hay ahora… Vaya, puede que sea cierto.