El histórico contrato de una diva del cine la convirtió en la primera estrella de Hollywood en cobrar un millón de dólares, aunque terminó ganando mucho más

Cuando pensamos en mega producciones en el cine, es imposible no referirnos a clásicos intocables como 'Ben-Hur', aunque, yéndonos un poco más a la historia contemporánea, aquellas historias que retratan el imperio romano y egipcio no se quedan atrás, y como muestra, la historia de cómo una de sus protagonistas se convirtió en la primera actriz de Hollywood en cobrar un millón de dólares por la película.

Elizabeth Taylor, una de las actrices más icónicas y legendarias de la historia de Hollywood, dejó una huella indeleble en el cine y en la cultura popular, sin embargo, entre sus muchos hitos, uno de los más sobresalientes fue convertirse en la primera estrella en la historia de Hollywood en firmar un contrato que marcó un antes y un después en la industria cinematográfica mientras se filmaba una histórica joya del cine: 'Cleopatra'.

La película es una de las cintas más infames en la historia de Hollywood, no solo por su fastuosa producción, sino por los problemas que surgieron durante su realización. La producción de esta película épica fue, en muchos sentidos, tan dramática como la trama histórica que narraba.

La película, dirigida por Joseph L. Mankiewicz, retrataba la vida de Cleopatra VII, la legendaria reina de Egipto, y su relación con Julio César y Marco Antonio. Elizabeth Taylor fue elegida para interpretar a Cleopatra, y fue su actuación la que ayudó a consolidar la película como un hito en la historia del cine, aunque también estuvo acompañada de problemas logísticos y financieros.

El rodaje fue una odisea llena de retrasos, cambios de localización y una enorme inflación de su presupuesto, que llegó a ser de 42 millones de dólares, una cifra astronómica para la época. Pero más allá de los problemas de producción, el contrato de Elizabeth Taylor fue lo que realmente acaparó los titulares.

El contrato millonario: Elizabeth Taylor hace historia

En 1960, cuando Taylor fue contratada para interpretar a Cleopatra, firmó un contrato que estipulaba que recibiría un millón de dólares por su participación en la cinta, una suma sin precedentes en la industria cinematográfica en ese momento.

Aunque hoy en día los sueldos astronómicos de las estrellas de Hollywood pueden ser más comunes, en ese entonces, el acuerdo de Taylor marcó un cambio de paradigma, ya que, además, en su contrato se aseguró el 10% de las ganancias brutas y pagos extra si el proyecto se prolongaba. Lo que si sucedió.

"Si alguien es tan tonto como para ofrecerme un millón de dólares por hacer una película, yo no soy tan tonta como para rechazarlo", comentó en una ocasión la actriz que, habiendo trabajado desde los nueve años, sabía perfectamente el valor del dinero, mismo que supo ganarse para lograr, en total, la cantidad de 7 millones de dólares por la película, lo que actualmente equivale (aproximadamente) a 69 millones de dólares.

Este salario no solo convirtió a Elizabeth Taylor en una figura histórica en términos de compensación, sino que también influyó en cómo las estrellas negociaban sus contratos en el futuro, estableciendo un nuevo estándar en la industria.

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