Harrison Ford fue, sin lugar a dudas, uno de los actores más famosos en la década de los 80 y buena parte de los 90. Su nombre está ligado a un montón de películas exitosas que forman parte de la memoria colectiva de varias generaciones, por haber dado vida a dos de los personajes más famosos del celuloide. Su carisma y su buen estar ante las cámaras hacen de él uno de los mejores actores de su generación, a pesar de que nunca se le ha reconocido lo suficiente, quizá precisamente por hacer mayormente un tipo de películas alejadas del beneplácito crítico. Y eso que ha trabajado con algunos de los mejores directores de los últimos tiempos.
Ahora que vuelve a estar muy de actualidad gracias al retorno del arqueólogo más famoso que ha dado el Cine, es un buen momento para hacer una de esas listas inútiles que tanto nos gustan a todos. A continuación, y con orden simplemente cronológico, las cinco mejores interpretaciones de Harrison Ford, según un servidor, por supuesto.
George Lucas creó este personaje, y tras trabajar con Ford en 'American Graffiti' le dio la oportunidad de interpretarlo, probablemente sin darse cuenta de que lo haría inmortal. Bravucón, completamente egoísta, sólo piensa en hacerse lo más rico posible a base de sus cuestionables negocios. Mira tú por donde que un jovenzuelo, aspirante a piloto, y con dudosas creencias religiosas, iba a hacer que floreciese su corazoncito, haciendo lo correcto cuando vuelve para ayudarle en el momento más jodido. Muy bien llevada la tensión entre ambos por el amor de una misma mujer, aunque ya sabemos cómo se le ocurrió al guionista de turno el arreglar dicha tensión. Y es que el niñato de Skywalker no tenía nada que hacer ante un tío como Solo. Las mujeres va a preferir siempre a alguien como él. Momento a recordar: su primera aparición en un bar en el que se libra de forma muy poco ética de un cazador de recompensas.
De sospechoso parecido con Han Solo (una de las razones por las que Lucas no quería a Ford para el papel), sólo que mucho más peligroso, ya que a las aptitudes del pistolero galáctico hay que añadir el hecho de que el Doctor Jones es mucho más culto e inteligente. Gracias al talento de Spielberg y unos fabulosos guionistas, este personaje es mucho más rico en matices que el de la trilogía de su colega. Su pasión, la arqueología y las mujeres. Su hobby, recibir puñetazos y patadas hasta en el carné de identidad. Su talón de aquiles, las serpientes. Jamás va sin su sombrero y su látigo. Momento a recordar: todos en los que después de recibir una buena tunda, pone cara de furioso para volver con más fuerza que nunca a poner las cosas en su sitio.
Harrison Ford y Ridley Scott no se llevaron muy bien en el rodaje de 'Blade Runner', ese clásico incontestable. El primero porque estaba hasta las narices de rodar planos y planos, y el segundo probablemente porque Ford fue un actor impuesto por la productora. Aún así ambos se las arreglaron para ofrecernos un personaje fascinante, por cuanto suponía una mezcla del típico detective de las viejas películas de cine negro, con un policía futurista de dudoso pasado y actual vida solitaria. Es el encargado de "retirar" a ciertos androides que quieren unas cuantas respuestas a cerca del significado de la vida. De aparente fragilidad, y con una tendencia a meterse en líos, al igual que los dos personajes citados, encontrará su verdadera fuerza en el amor. Momento a recordar: por su lirismo, el del piano.
En su primera colaboración con el australiano Peter Weir, recibió su única nominación al Oscar en el apartado de mejor actor principal. Un policía íntegro y honesto, se verá forzado a esconderse en una comunidad amish, y al mismo tiempo proteger a un carismático chaval que ha sido testigo de un brutal asesinato, en el que están implicados policías. Sencillo y cercano, logra conectar con el público, gracias al enorme carisma de Ford, que aquí logró que la crítica lo empezase a valorar como algo más que un héroe de acción. Momento a recordar: cuando le da su merecido, en plan Ford total, a un idiota que se burla de los amish.
Ford se fue a Francia a rodar con Roman Polanski una historia de suspense en el más puro estilo Hitchcock. Walker era un adinerado médico que en unas vacaciones en París pierde a su esposa. Desesperado da la voz de alarma, pero nadie le cree y pocos están dispuestos a ayudarle a recuperar a su mujer, salvo una espectacular joven que aún a día de hoy sigue siendo la pareja de Polanski, la bellísima Emmanuelle Seigner. Ford pone como nadie cara de agobio y sufrimiento, y el director francés le hace arrastrase por los suburbios parisinos en una carrera contrarreloj. Momento a recordar: en la comisaría de policía, cuando saca la vena Ford y le contesta a uno de los inspectores con una ingeniosa frase sobre la mujer de aquél.
Parece que sólo en la década de los 80 nos ofreció este actor interpretaciones inolvidables, pero no es así. Siguió desprendiendo carisma durante años hasta la actualidad (desde 'Firewall' parece dispuesto a volver a dar guerra a pesar de lo mucho que han cambiado los tiempos), aunque personalmente me quedo con estas cinco que pertenecen a la que probablemente sea la peor época para el arte cinematográfico: los mencionados 80. En la década de mayor esplendor del vídeo y los subproductos, ejemplos como estos resistieron a la mediocridad reinante aquellos años, y a día de hoy permanecen incólumes y quizá mejores de lo que ya fueron entonces.