La semana pasada publicaron en El País Semanal una amplia entrevista a George Clooney. Tengo a Clooney como un tipo muy inteligente, algo que me confirma lo que comenta en la entrevista. Desde luego deja unas cuantas perlas sobre cuál es el cine que le gusta hacer. En especial los dos films, 'Buenas noches y buena suerte' y 'Syriana' (Roger Ebert habla de esta película, escribiendo la crítica y acuña el término "hyperlink movie"), que este año le han dado fama y le han permitido estar nominado en cuatro categorías de los Oscars: película, dirección, guión y actor secundario (este último con grandes posibilidades de llevárselo). Pero volviendo a la entrevista veamos esas perlas de las que hablaba.
Para nada. Un dólar, ni más ni menos, por actuar, dirigir y escribir Buenas noches y buena suerte. Y por Syriana, 500.000 dólares, que puede sonar a mucho, pero no es tanto cuando normalmente te ofrecen 20 millones de dólares por película.
Obviamente tenían entre ceja y ceja hacer ambas películas, y sabía que tenía que sacrificar algunas cosas. No obstante, también lo veía como una apuesta.
Se trata de apostar en mi propia carrera. Si no pides mucho dinero por los guiones que de verdad te interesan es más fácil llevarlos a la pantalla. Acepté este tipo de pago con Tres reyes y lo mismo con O Brother. Si quieres algo tienes que aceptar los riesgos. Y sé que mi nombre puede llevar un proyecto a producción. Así que por cada filme entretenido y que dé dinero que haga me puedo permitir hacer otra película que me interese de forma más personal. Es un trueque, aunque a veces cansa esto de ir pidiendo.
Y es que Clooney disfruta con las películas que aporten algo más que sólo un poco de diversión.
No hay nada malo con los taquillazos. Lo único es que no son más que eso, éxitos de taquilla. A mí me gusta hacer películas, pero si encima hago cosas que den que pensar, pues tanto mejor. En ocasiones es bueno lo de levantar polémica. Unas veces se gana y otras se pierde, pero disfruto en el proceso. Además, lo contrario sería una inconsciencia por mi parte (...) Estoy encantado de hacer películas como las que acabo de hacer, capaces de tener este tipo de impacto en la sociedad; que promuevan el diálogo sobre la libertad de expresión o sobre la situación de Oriente Próximo. No siempre es así. Desde luego que Batman y Robin no dio mucho de qué hablar, pero me pagó la casa [risas]. A mí me interesan películas como El baile de los malditos, Los mejores años de nuestra vida, El regreso, Adivina quién viene esta noche…, filmes que te hacen pensar. Hay algo maravilloso en eso de promover la discusión, y hubo años en los que Hollywood no lo pudo hacer. Pero también es estupendo lo de ir al cine con el mero propósito de divertirse. A mí me encanta Ocean’s twelve. Disfruté con su rodaje, y no veo nada malo en ese tipo de cine. Pero todo tiene su momento y su lugar, y ahora me apetece hablar de algo más en mis películas.
Uno se alegra de que los actores conocidos se arriesguen y apuesten como hace Clooney, y si me piden mi opinión les digo que la carrera que se está construyendo tiene un recorrido parecido al que hizo en su día Clint Eastwood. Es cierto, que a veces tienen que pagar el peaje de rodar películas que no les interesan, Eastwood ya no, pero se puede entender si luego nos regalan ese cine que uno desea paladear cuando se apagan las luces. Ojo a Clooney, que el coco que se gasta es impresionante.
Además, para los seguidores del actor, en la entrevista sabréis cuáles son sus próximos proyectos.
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