“Si me convierto en una estrella, perderé contacto con los tipos normales que se me da bien interpretar”- Gene Hackman
Esta frase, que Hackman pronunció hace ya algunos años, define a la perfección lo que muchos pensamos de él, y descubre a un artista tremendamente consciente de su personalidad ante la cámara. Demasiados actores he conocido, algunos de ellos en persona, incapaces de ver y comprender sus propias cualidades y sus rasgos de actor. Pienso que si quieres llegar a ser una leyenda como Hackman, conocer bien tus limitaciones y tus virtudes es imprescindible. Pero Hackman no estaba predestinado a convertirse, precisamente, en una leyenda del cine, porque a él lo que le interesaba era la vida de escritor, quizá llegar a ser periodista, y le apasionaba la radio, tanto que llegó a ser un excelente operador y técnico en los marines, en los que se alistó a los dieciséis años, mintiendo sobre su edad, naturalmente. Aún tardaría bastante tiempo en comprender que lo suyo era la interpretación, concretamente hasta los veintiséis años, momento en que se inscribió en la escuela de interpretación Pasadena Playhouse.
Empezar una carrera a los treinta años y triunfar en ella, es algo que han conseguido pocos actores, pero la mayoría de los que lo han hecho, se curtieron debidamente en el teatro, y muchos en Broadway. Hackman también. Ya había participado en algunas series de televisión, e incluso debutado en el cine, pero cuando su madre murió en un incendio provocado por su propio cigarrillo, Hackman volvió a Nueva York y se hizo un nombre como excelente actor teatral. A veces hay que dar un paso atrás para poder avanzar: sus éxitos llamarían la atención primero del gran Robert Rossen, que le llamaría para su última y bella película, ‘Lilith’ (id, 1964); y segundo del no menos grande Warren Beatty, con quien había compartido pantalla en la película de Rossen, que le recomendó para la venidera ‘Bonnie & Clyde’ (id, Arthur Penn, 1967), en la que Hackman ya demostraba su particular presencia, limitándose a estar, sin interpretar casi, pero ejerciendo una sutil y fortísima naturalidad en sus escenas. Había nacido un gigante.
Esa fue la primera de sus cinco nominaciones al Oscar. A partir de entonces, el respeto de sus colegas por su trabajo no hizo más que crecer. Hackman sabía que poseía un físico común que él sabía explotar con una mezcla de humildad y astucia: el hombre común que debía dar lo mejor de sí mismo en situaciones complejas, no perdiendo nunca la verosimilitud. Pero también el hombre calladamente peligroso, que en ocasiones importantes dejaba fluir toda su oscuridad en chispazos de violencia salvaje. La consagración, y el Oscar al mejor actor principal, le llegó finalmente con uno de esos papeles de tipo del montón capaz de hacernos temblar por sus arranques de ira: el memorable Jimmy ‘Popeye’ Doyle de la magnífica ‘The French Connection: contra el imperio de la droga’ (‘French Connection’, William Friedkin, 1972), en la que ya Hackman se había convertido en un grandísimo artista de su oficio, pues borda hasta lo indescriptible, haciendo fácil lo difícil, un personaje que viaja sin desmayo por numerosos estados anímicos, situaciones y avatares, y nos lo creemos absolutamente siempre. La fisicidad, la serenidad de Hackman, asustan. Él es Popeye Doyle. Tenemos la sensación de ver un documental sobre este personaje, más que por la puesta en escena, por el trabajo magistral de este hombre.
Una carrera irregular pero apasionante
A partir de ahí encontramos la lógica trayectoria de valles y cumbres de todo actor que se precie, pues resulta imposible acertar siempre y los buenos papeles empezaron a escasear en los fatídicos años ochenta. Sin embargo, huelga decir que Hackman, en un altísimo porcentaje de sus trabajos, está soberbio. Algunas películas de sus primeros años, en las que trabajó con Robert Redford o Al Pacino, como ‘El descenso de la muerte’ (‘Downhill Racer’, Michael Ritchie, 1969) o ‘Espantapájaros’ (‘Scarecrow’, Jerry Schatzberg, 1973), son ahora poco recordadas. Sin embargo en 1972 protagonizó la estupenda ‘La aventura del Poseidón’ (‘The Poseidon Adventure’, Ronald Neame), cuyo reverendo Frank Scott es uno de sus caracteres más recordados, y uno más en el que un hombre corriente se enfrenta a desafíos formidables sin perder jamás su condición humana, siendo siempre creíble. En 1974 Francis Ford Coppola le regaló un precioso personaje para la magistral ‘La conversación’ (‘The Conversation’), precisamente un especialista de radio y de sonido, como el propio Hackman.

Coppola supo extraer de este intérprete su lado más introspectivo, más existencialista. Pocas veces se ha visto a Hackman tan perfecto. Y lo increíble es que era capaz de pasar de ese complejísimo papel a otro mucho más vitriólico o directamente guiñolesco como el del ciego de ‘El jovencito Frankenstein’ (‘Young Frankenstein’, 1974), pues Hackman también es un dotado actor de comedia. Cerró muy dignamente la década de los setenta repitiendo papel de Popeye Doyle en ‘French Connection II’ (id, John Frankenheimer), inferior a la primera pero bastante interesante, repitiendo también con Arthur Penn en ‘La noche se mueve’ (‘Night Moves’, 1975), cuyo detective privado volvió a bordar, trabajó con el mítico Stanley Donen en la muy floja ‘Los aventureros de Lucky Lady’ (‘Lucky Lady’, 1975), e incluso hizo el western ‘Muerde la bala’ (‘Bite the Bullet’, Richard Brooks, 1975). Trabajó en dos bélicos consecutivos, ‘Un puente muy lejano’ (‘A Bridge Too Far’, Richard Attemborough, 1977) y ‘Marchar o morir’ (‘March or Die’, Dick Richards, 1977), para terminar con su bufonesco Lex Luthor de ‘Superman’ (‘Superman: The Movie’, Richard Donner, 1978). De esta forma había compuesto papeles para casi todos los géneros, y de todos ellos había salido triunfante, pese a la desigual calidad de los proyectos.
En los años ochenta, convertido ya en un actor de gran prestigio y renombre, Hackman aún pudo brillar en algunos buenos papeles como el de ‘Bajo el fuego’ (‘Under Fire’, Roger Spottiswide, 1983) o ‘Arde Mississippi’ (‘Mississippi Burning’, Alan Parker, 1988), mientras iba apareciendo en las sucesivas secuelas de ‘Superman’, en algunos bélicos más o menos interesantes como ‘Bat 21’ (‘Bat*21’, Peter Markle, 1988), y volvía a trabajar con Penn en la digna ‘Agente doble en Berlín’ (‘Target’, 1985). Pero daba la impresión de que Hackman, que en su madurez se merecía más y mejores papeles, había perdido relevancia, pese a su afianzamiento en la industria. Tuvo un papel destacado en la brillante ‘Otra mujer’ (‘Another Woman’, Woody Allen, 1987) y finalizó década con una urgente operación de corazón que le mantuvo fuera de las pantallas una temporada.
Su regreso no pudo ser más triunfal, además de llegar en un momento de su carrera en que necesitaba volver a demostrar lo grande que era. Tras algunos papeles menores llegó el sheriff violentísimo del magistral ‘Sin Perdón’ (‘Unforgiven’, Clint Eastwood, 1992). Su segundo Oscar, esta vez por papel secundario, fue incontestable. Sin un Hackman en plena forma, a sus sesenta y dos años, dudo mucho que aquella gran película hubiera alcanzado tanta belleza. Muchos de los mejores momentos, y de los mejores diálogos, son suyos, y en ese escalofriante final, en un genial tú a tú con Eastwood, en el que mira fijamente a los ojos negros de la muerte, tenemos a un artista en estado de gracia, que ha dignificado el cine con su esfuerzo y talento. Poco importa que en ‘Poder absoluto’ (‘Absolute Power’, Eastwood, 1997) esté bastante flojo, de hecho está poco creíble como presidente de los Estados Unidos. Tampoco está demasiado bien en la floja ‘La tapadera’ (‘The Firm’, Sydney Pollack, 1993).
En sus últimos años han abundado las comedias e incluso los westerns. Hizo tres consecutivos: el interesante ‘Gerónimo, una leyenda’ (‘Geronimo: An American Legend’, Walter Hill, 1993), el injustamente menospreciado ‘Wyatt Earp’ (id, Lawrence Kasdan, 1994), y el espantoso ‘Rápida y mortal’ (‘The Quick and the Dead’, Sam Raimi, 1995), quizá el peor papel de su vida. También volvió a interpretar a militares, algo que siempre le ha gustado, como en ‘Marea roja’ (‘Crimson Tide’, Tony Scott, 1995) o ‘Tras la línea enemiga’ (‘Behind Enemy Lines’, John Moore, 2001), pero creo que sus dos últimos buenos papeles son los de ‘Al caer el sol’ (‘Twilight’, Robert Benton, 1998) y sobre todo el de ‘El último golpe’ (‘Heist’, David Mamet, 2001). En 2004 anunció, durante una entrevista con Larry King, que no tenía más proyectos en el cine y que daba por casi finalizada su carrera. Desde entonces no ha vuelto a trabajar en ninguna película y se ha centrado en su carrera literaria. Hoy, a sus ochenta años, parece poco probable que volvamos a disfrutar de su talento en una película. Una lástima, porque pocos como él han encarnado las contradicciones, la cotidianidad y la lucha del hombre corriente. Gracias, Gene.

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jorgepaez
Uno de los actores más multifaceticos de todos los tiempos, una leyenda que jamás sera olvidada, lamentablemente poco conocida por las nuevas generaciones, revisar su filmografia es un gusto sensacional. Grande Gene!
mclane10
joooooooder!!! gracias Adrián por hacerme caso y hacer un post sobre uno de los grandísimos.
uno lee la lista de películas que ha hecho y se pone a rememorar sus actuaciones....y te quedas mudo.
por cierto te ha faltado recordar una de sus pelis de la que guardo mas cariño, la estupenda Hoosiers
gatonaranja
¡Un monstruo! Capaz de moverse en cualquier registro, y una facilidad enorme tanto para interpretar a los tipos mas duros ("Sin Perdón" o "French Connection") como aquellos mas introspectivos o con debilidades ("La Conversación", "La Noche se mueve"), sin olvidarnos de su vena cómica como en "Una Jaula de grillos".
Es una lastima que haya decidido retirarse, el cine ha perdido mucho.
draconary
Grande entre los grandes. SUs papelones en Arde Mississippi, Hoosiers y Sin perdon son tremendos
xista
Un actorazo. Grande siempre, en cualquier papel, en cualquier momento
El impaciente escocés
No sabía que se hubiese retirado. Este hombre hace lo que quiere, y todo bien.
BR
Dejo una anécdota a modo de curiosidad:
Antes de comenzar el rodaje de Superman; Richard Donner sabía que sería dificil conseguir que un ensalzado actor como Gene Hackman, se adecuase a las condiciones que Lex Luthor requería (de ello que Luthor llevase peluca para que el actor no se tuviese que rapar); sin embargo, algo que sí necesitaba era que Hackman se afeitase el bigote, a lo cuál el actor se negaba rotundamente.
Un día fue Donner con un frondoso bigote a hablar con Hackman; y le propuso que, si Hackman se afeitaba el bigote, él también haría el mismo sacrificio, a lo cuál, Gene accedió.
Horas más tarde, Gene Hackman, ya afeitado, se acercó a Donner y le explicó que él ya había cumplido con su parte, que ahora Donner debería quitarse su bigote... Richard Donner agarró un extremo de su poblado bigote, y se lo despegó de la cara. El bigote de Donner, había sido de mentira todo el rato.
Había conseguido que Hackman renunciase a su bigote, a cambio de nada.
Atticus
Grande Hackman!. En todos los sentidos. Un tipo que debe imponer mucho en persona, xq anda por encima del 1,90, algo que seguramente haya condicionado su carrera, puesto que siempre ha interpretado personajes de mucho caracter o directamente personajes sin escrúpulos, ni conciencia. En ése tipo de papeles de gente sin conciencia y sin escrúpulos es dónde mejor medida ha dado. Con Marea roja y como no con Sin perdón x ej. Qué gran hijo de puta es Hackman!. Uno de los mejores en éste tipo de papeles.
Pero tb ha estado estupendo con personajes menos extremos, como el de Arde Mississippi y el de French Connection, tb de caracter, pero más humanos.
Tiene una de las carreras más interesantes del cine moderno, con una lista de títulos brutal, con altibajos, pero con periodícas demostraciones de su enorme talento. Tan enorme como es él. Lo dicho, grande Hackman!!!.
hristo
Un gran actor, siempre impecable en cualquier papel.
principevegetta
Olvidas su papel en "The Rollal Tenembaums"por el que recibio un Globo de oro
everlost
Actor descomunal, una pena que este retirado.
marat
Enorme actor, de lo mejor que keda vivo del cine (aunk ya no actue). Me encantan Hoosiers, Arde Missisippi. Incluso en películas menos renombradas y elogiadas te gusta su actuación, como en "Enemigo público" "el jurado"...
Pepo
Muy bueno en cualquier registro de bueno y de malo!
Cobra Commander
Inolvidable y gigantesco, capaz de aterrorizar aunque también hacer reír como en la divertidísima Una jaula de grillos. Yo opino que es el actor perfecto para hacer duelos interpretativos con los de su calaña como ya se vio en Sin Perdón (versus Clint Eastwood), en Al caer el Sol (versus Paul Newman QEPD), e incluso en Bajo sospecha (versus Morgan Freeman).
richardford
Un rostro ordinario,corriente para un actor nada corriente y extraordinario,de una naturalidad en pantalla asombrosa,con una carrera a veces irregular,pero él casi siempre está bien,(es curioso,a mí tampoco me agradó su interpretación en "Poder absoluto",quizá el sea lo más flojo de esta estupenda película...)
tgtr666
Gracias Gene. Brillante Massanet.
principevegetta
Uno de los grandes sin duda. Pertenece a ese exclusivo grupo de actores, formado por grandes como Morgan Freman, Robert Duvall, Michael Caine, capaces de llenar de magia la pantalla de cine solo con su invaluable precencia
flagg
Uno de mis actores favoritos. Ya que nadie lo ha nombrado, yo destaco su papelón en "Los tenembaums".
mike_moore
Uno de mis 5 predilectos de todos los tiempos (los otros 4 dependen del día y del estado de ánimo). Descomunal. Genial. Una vez declaró que para interpretar mejor los villanos siempre procuraba encontrar su lado humano; no se me ocurre mejor descripción para explicar su fantástico trabajo en "Sin Perdón". Hasta se le perdonan sus intervenciones en papeles chorras como "Rápida y mortal".
anmioc
Sin duda uno de los grandes, hace poco vi el espantapájaros, Hossiers y Marea Roja, y en las tres películas está sublime.
daniellopez7
Aunque no se haya mencionado Runaway Jury, que me parece una película normalita, Hackman está magnífico como el poderoso, ambicioso y cruel abogado Rankin Fitch
Esteban Delgado Urrego
Cerró también su carrera con el grandioso Royal Tenenbaum, papel que sin dudas merecía un oscar
fracapa
Siempre me ha gustado este actor aún cuando apenas sabia quién era, tiene algo especial. No siendo tan conocido para el gran público, al menos por aquí. Es magnífico, carismático, siempre está bien, muy expresivo. Representante del tipo normal, como también lo han sido Dustin Hoffman, Jack Lemmon o nuestro Alfredo Landa. De los que apetece ver siempre.
236344
El MEJOR, no hay nada mas que decir.
brucelee
Grande entre los grandes. De esos actores que son capaces de llenar una pantalla con sólo un gesto, con su sola presencia. Del mismo palo que Christopher Walken. De Hackman me gustan casi todas sus pelis, pero sobre todo French Conecction y Arde Missisipi
joseluis67
Es curioso, apenas se ha mencionado, pero mi actuación favorita (aparte, claro, de "La conversación") es la de Hackman en "La noche se mueve". Su capacidad para interpretar a un personaje atenazado por sus dudas es inolvidable. Por lo demás, me alegra saber que tiene tantos admiradores, casi me creía el único...