Ahora que Ryan Reynolds y compañía han decidido abrir la caja de Pandora —o de los spoilers, según se mire— y mostrar a la galería el jugoso repertorio de cameos que pueblan el metraje de 'Deadpool y Lobezno', los comentarios y reacciones de los implicados en la producción no se han hecho esperar; y el último en pronunciarse sobre una de las sorpresas más grandes del largometraje ha sido su propio director Shawn Levy.
Cavillrine
El realizador ha hablado con The New York Times sobre la aparición de Henry Cavill como una variante de Lobezno. Un pequeño papel que le permitió volver a lucir palmito con su camiseta de tirantes y que puso al actor británico las tripas del revés de forma literal.
“No solo tenía ese cuerpo musculoso y fuerte, también tuvo ese puro encendido en su boca durante todo el día de rodaje. Recuerdo haber escuchado al día siguiente que Henry estaba con náuseas porque había estado inhalando humo de puro durante ocho horas seguidas, pero ni una sola vez se tambaleó”.
Pero más allá del chascarrillo que nos recuerda que fumar es perjudicial para la salud, lo verdaderamente jugoso de la charla con Levy al respecto ha sido el motivo que llevó a Reynolds y compañía a fichar al bueno de Henry para el rol. Más allá de su físico, fue una oportunidad de oro para señalar con el dedo a la Distinguida Competencia y cachondearse un poco de ella.
“En el caso de Henry, no pasó mucho tiempo después de que sucediera todo con DC y se supiera que Henry sería reemplazado como Superman. Dado que Deadpool está en constante conversación con la cultura, nos pareció una gran oportunidad para, en primer lugar, elegir a Henry Cavill en un papel en el que se luciría, pero también para burlarse de ese otro estudio de películas basadas en cómics y jugar con un poco de auto-consciencia”.
El poder de lo metacinematográfico.
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