El proceso de creación de un largometraje y, especialmente, su fase de rodaje, destaca por ser una tarea en la que todos los elementos que la conforman deben estar calculados perfectamente y a conciencia antes de gritar "¡acción!", con el fin de evitar sorpresas indeseables y retrasos traducidos en pérdidas de dinero. No obstante, a veces se hace necesario escapar de este férreo control y dar rienda suelta al instinto para obtener un producto brillante.
Por encima del resto de miembros del equipo técnico y artístico que hacen posible la gestación de una película, es el actor el que tiene una mayor libertad a la hora de salirse del guión —nunca mejor dicho— y entregarse al noble arte de la improvisación, llegando a extraer oro puro de una pequeña frase, un gesto e incluso monólogos enteros surgidos de su mente y propiciados por, como dirían los Asia, "el calor del momento".
Para celebrar estas hermosas y necesarias anomalías, os proponemos repasar 27 frases y escenas que han pasado a la historia —con mayor o menor impacto— sin que nadie pudiese preverlo, llevando los filmes que las contienen a un nuevo nivel gracias a la magia de la improvisación.
'El cantor de Jazz': "You ain't heard nothin' yet"
Abrimos la veda con la que, probablemente, sea la improvisación más especial de todas las genialidades que pueblan la lista, integrada en 'El cantor de Jazz'. Toda la música que contiene el filme aparecía en su guión, pero no el diálogo. Al Jolson, actor principal de la película, no pudo evitar interactuar con los extras de la escena, sacándose de la manga la mítica frase "Wait a minute. Wait a minute. You ain’t heard nothin’ yet!" y sentenciando a muerte al cine mudo con la primera improvisación sonora de la historia.
'Tarzán de los monos': el grito de Tarzán
Johnny Weissmuller no sólo ganó un buen puñado de medallas olímpicas en su carrera como nadador para, después, dar el salto frente a las cámaras en el mundo del cine. Además de esto, el austro-húngaro, metido en la piel de Tarzán, dio a luz en 1932 este icono de la cultura popular que ha trascendido hasta nuestros días usando tan sólo la fuerza de sus pulmones, sus cuerdas vocales y el poder de la improvisación.
'Cowboy de medianoche': el paso de peatones
En ocasiones la improvisación ayuda a los actores a salir del paso cuando algún elemento inesperado —sea fortuito o algo premeditado por el director— irrumpe en escena de forma sorpresiva. Este fue el caso de esta escena, en la que Dustin Hoffman y John Voight caminan por la sexta avenida sin extras y sin ningún tipo de control del entorno debido al bajo presupuesto del filme. Cuando la pareja de actores llegaron al cruce, un taxi se saltó el semáforo, Hoffman decidió no salir de su personaje y, el resto, es historia —del cine—.
'El caballero oscuro': la detonación y el hospital
Podemos ver un nuevo caso de "improvisación a la fuerza" —esta vez con un extra de tensión— en 'El caballero oscuro'; concretamente durante la escena en la que el Joker hace volar el hospital por los aires. Todo estaba calculado para rodarlo en una toma única, ya que la detonación iba a ser real y el set iba a quedar reducido a escombros pero, justo antes de la gran explosión final, el sistema falló. La reacción de Heath Ledger, además de estar en perfecta consonancia con su personaje, habla por sí sola.
'Indiana Jones y el arca perdida': Indy, la espada y la pistola
El caso que nos ocupa no fue una improvisación en el set al uso, pero fue fruto de una idea de última hora para adaptarse a un pequeño contratiempo en la producción. Lo que en el guión se describía como una pelea en condiciones entre Indiana Jones y su rival terminó convirtiéndose en este memorable gag después de que Harrison Ford sufriese una intoxicación alimentaria antes de rodar que le impedía hacer demasiados esfuerzos físicos. Para solventarlo, el propio intérprete y Steven Spielberg idearon la que de las escenas más recordadas de la saga del arqueólogo.
'Taxi Driver': "Are you talking to me?"
De nuevo, una improvisación trasciende a la película que la contiene y pasa a formar parte del imaginario popular; incluso del de aquellos que ni tan siquiera la han visto. Es el caso de esta escena de 'Taxi Driver' en la que Robert De Niro, con el consentimiento del señor Scorsese, transformó una línea de guión que decía "Travis se mira en el espejo" en esta pieza de culto. Cuenta la leyenda que De Niro "robó" su frase estrella al mismísimo Bruce Springsteen, quien contestó al público con un "Are you talking to me?" mientras coreaban su nombre.
'Blade Runner': el monólogo de Roy
De haber seguido Rutger Hauer el guión a la hora de interpretar el último gran momento de Roy el Replicante en la fantástica 'Blade Runner', es más que probable que la escena no hubiese tenido el inmenso impacto que sigue demostrando tener 35 años después de su estreno. Y es que las líneas originales del monólogo que todos conocemos eran mucho menos sensibles y emotivas que las que todos conocemos, lo cual impulsó a Hauer a modelarlas a su antojo durante la toma, añadiendo la eterna frase: "Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia".
'El resplandor': "Here's Johnny!"
Stanley Kubrick nos dejó, alimentando su mito una fama de director férreo e intransigente para el que no había cabida a salirse sus calculados esquemas preestablecidos. Durante los próximos ejemplos veremos que el autor sabía cuándo dar manga ancha a sus intérpretes, empezando por este maravilloso momento en el que Jack Nicholson juega con el tono de la escena utilizando una frase del show de Johnny Carson que no estaba en el guión al romper la puerta del baño con su hacha. Terrorífico.
'La chaqueta metálica': los insultos del Sargento Hartman
Para mantener vuestras mentes puras y limpias, no reproduciremos las salvajes frases que el Sargento Hartman profiere a sus reclutas durante el magistral arranque de 'La chaqueta metálica', pero lo que sí os contaremos es que la retahíla de insultos que profiere el militar salieron, en su inmensa mayoría, de la mente del actor Lee Ermey durante su interpretación. Por lo visto, Ermey utilizaba un lenguaje tan específico a la hora de mencionar ciertas prácticas sexuales que Kubrick tuvo que parar para preguntar por su significado.
'La naranja mecánica': "Singing in the rain"
Después de varios días trabajando en la escena del asalto a la casa, Stanley Kubrick sentía que los resultados no estaban siendo del todo satisfactorios, así que pidió a Malcom McDowell que probase algo nuevo. El actor decidió enriquecer su actuación bailando y cantando la única canción que podía recordar en aquél momento, dando al salvaje fragmento un toque distintivo inigualable. Y es que no hay nada que diga "ultraviolencia" como una versión de 'Singin' in the Rain' a golpe de bastonazo.
'¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú': "Mein Fuhrer, I can walk!"
La labor de Peter Sellers en '¿Teléfono rojo?' podría calificarse de titánica, ya no sólo por que el actor interpretase a tres personajes en el filme sino porque una gran parte de sus intervenciones son totalmente improvisadas. Para el recuerdo queda especialmente esta delirante intervención del Dr. Strangelove que cierra la cinta, en la que, inesperadamente, se levanta de su silla de ruedas. Una nueva muestra del genio de un actor único.
'Pretty Woman': el joyero
Se la podrá criticar por muchos motivos, pero es innegable que 'Pretty Woman' funciona a la perfección, y uno de los motivos por los que lo hace —y sigue arrasando cada vez que la emiten en televisión— es la química existente entre Julia Roberts y Richard Gere. Esta complicidad entre ambos puede verse en la escena del joyero, improvisada por un Gere que consigue arrancar una carcajada real a su compañera de reparto. El director Garry Marshall estuvo a punto de descartarla e incluirla en un vídeo de tomas falsas al no aparecer en el guión pero, por suerte, cambió de opinión.
'El indomable Will Hunting': el pedo de la mujer de Sean
Junto a la de Julia Roberts, otra de las risas reales más naturales y recordadas es la de Matt Damon en 'El indomable Will Hunting', propiciada por la maravillosa improvisación de un Robin Williams que inventó sobre la marcha la historia sobre las flatulencias de la esposa de su personaje. Sin lugar a dudas, uno de los momentos más íntimos, tiernos y cálidos de todo el largometraje.
'Desmadre a la americana': Belushi y el grano
Otro ejemplo de la capacidad e la improvisación para generar reacciones auténticas en el resto de actores implicados en una escena es el que, bajo mi punto de vista, es uno de los momentos más divertidos de la fantástica 'Desmadre a la americana'. El inigualable John Belushi se mete un buen puñado de puré de patatas en la boca y lo proyecta hacia sus comensales. Si paráis el vídeo en el fotograma adecuado, veréis sus genuinas expresiones de asco y sorpresa.
'Robocop': “Give me my fucking phone call!”
Siguiendo con las sorpresas aterrizamos en la mítica 'Robocop' con una escena ideada en el último momento por Paul Verhoeven y el actor Kurtwood Smith —villano del filme— justo antes de entrar al set para rodar. Tan sólo el intérprete y el director sabían que Smith iba a escupir la masa sanguinolenta sobre los papeles antes de pedir "su jodida llamada", así que las reacciones del resto de intérpretes en escena son completamente reales.
'Uno de los nuestros': "How am I funny?"
A título personal, he de decir que adoro esta escena; la cual gana enteros una vez conoces la historia oculta tras ella. Antes de rodar 'Uno de los nuestros', Joe Pesci le contó a Martin Scorsesse la historia sobre cómo, cuando era joven, le dijo a un mafioso que era un tipo "divertido"; anécdota que el director recuperó en este largometraje, pidiendo a Pesci que la recrease sin que nadie más lo supiera. Todo el fragmento está improvisado, sin una línea de diálogo asociado a él más allá del "funny" de Ray Liotta.
'Casablanca': la despedida
Las frases que terminan convirtiéndose en leyenda pueden surgir de las formas más insospechadas. Parece ser que la mítica "Here's looking at you, kid" con la que Rick se despide de Ilsa es una frase que Humphrey Bogart le dijo a Ingrind Bergman mientras le enseñaba a jugar al póker entre toma y toma durante el rodaje. Bogey la rescató durante la escena dando el cierre perfecto a la relación entre sus personajes en un instante tan brillante como el resto de la película.
'Apocalypse Now': el puñetazo al espejo
Si sois aficionados a esta obra imprescindible del cine bélico, sabréis que el rodaje de 'Apocalypse Now' estuvo marcado por los contratiempos y el caos; algo que dio lugar a grandes interpretaciones nacidas de la improvisación. Una de ellas es la que podemos ver en la escena en la que Martin Sheen, borracho como una cuba, destroza de un puñetazo el espejo de la habitación —corte incluido— en la que se encuentra. Una reacción integrada en una actuación en la que dejaron al actor campar a sus anchas en estado de embriaguez.
'Apocalypse Now': el monólogo de Marlon Brando
Además del mencionado incidente con el espejo de Sheen, en 'Apocalypse Now' destaca este monólogo de un conflictivo Marlon Brando que, además de hacer gala de un notorio sobrepeso, era incapaz de recordar sus líneas a pesar de los esfuerzos de Francis Ford Coppola, sumido por la desesperación. Finalmente Brando entró en set, se inventó su diálogo y abandonó el plató diciéndole al director: "No se me ocurren más frases, si no te gusta, puedes contratar a otro".
'Aliens: el regreso': "Game over, man!"
Un nuevo ejemplo de frase célebre surgida durante la improvisación en los ensayos es esta "Game over, man! entonada por Bill Paxton en la secuela de 'Alien'. Según el propio actor, su lamento desquiciado surgió mientras pensaba en el background de su personaje, al que asoció con los videojuegos. James Cameron, del Paxton dice que "tiene la mente como un cepo de caza", recordó su improvisación dos meses después durante el rodaje y le pidió que lo repitiera.
'The Warriors': "Come out to play!"
Siempre se han dicho medias verdades respecto a esta escena de 'The Warriors', atribuyendo la frase a una improvisación de David Patrick Kelly —actor encargado de dar vida a Luther, el antagonista del filme—. La mítica "Warriors, come out to play!" fue indicada por el director Walter Hill; lo que sí improvisó Kelly fue el gesto de golpear las botellas de vidrio y la peculiar entonación que le da al cántico.
'El padrino': el gato
Si mencionamos el nombre de Vito Corleone se antoja complicado no imaginar al Don sentado en su sillón con un gato en el regazo. La icónica imagen es fruto de una doble improvisación: la de un Francis Ford Coppola que puso al minino sobre el regazo de Marlon Brando en el último momento, y la del actor que, tal y como cuenta James Caan en el vídeo que preside estas líneas, interactuó con el animal de un modo único. Una decisión y una actuación brillantes que han ayudado a enriquecer el imaginario popular.
'El padrino': "Take the cannoli"
Junto al la anécdota felina, uno de los momentos improvisados más celebrados de 'El padrino' es este en el que Clemenza ordena a Rocco dejar el arma y, después, coger los cannolis antes de abandonar la escena del crimen. Un añadido ideado por el actor Richard S Castellano —Coppola le da todo el crédito— que no sólo aporta matices sobre el comportamiento de la mafia, sino que además recupera un elemento —el de los pasteles— incorporado a última hora por el director en una escena anterior.
'Tiburón': "You're gonna need a bigger boat"
La frase más famosa de 'Tiburón' fue una improvisación de Roy Scheider, pero hay algo más de chicha en la historia detrás de su nacimiento. "You're gonna need a bigger boat" —"Vas a necesitar un barco más grande"— fue una frase recurrente durante el rodaje del filme, dirigida a sus productores, con fama de ser algo tacaños, que tenían al equipo de rodaje confinado en una barcaza de tamaño insuficiente —de ahí la frase—. Rápidamente, el comentario terminó utilizándose como un chiste interno cada vez que algo salía mal —por ejemplo, un retraso en la llegada del catering—, hasta tal punto que a Scheider le surgió de forma natural en la escena en la que descubre el tamaño del escualo antagonista.
'El silencio de los corderos': sorbiendo se entiende la gente
La improvisación de este mítico gesto no surgió durante el rodaje, sino en uno de los ensayos, en un intento de Antony Hopkins por asustar a Jodie Foster. Jonathan Demme, director de la película, quedó tan enamorado de la expresión facial de Hopkins y del desagradable sonido que decidió incluirlo en la escena que todos conocemos —y que hemos imitado alguna que otra vez—.
'Reservoir Dogs': el Señor Rubio y la oreja
Por si la escena en la que la que el Señor Rubio le corta la oreja al policía en 'Reservoir Dogs' no se eleva como una muestra de sadismo lo suficientemente pasada de vueltas, el bueno de Michael Madsen decidió aportarle un plus sobre la marcha preguntándole directamente al miembro amputado *"Hey, what's going on?" para, después, soltar una grotesca risotada.
'Star Wars - Episodio V: El imperio contraataca': "I know"
Cerramos la lista con la que, probablemente, sea una de las respuestas más macarras y geniales que se han dado a un "te quiero". La escena original que debería haberse rodado estaba algo hinchada y llena de florituras, lo cual condujo a Irvin Kershner y Lawrence Kasdan —director y guionista del filme— a discutir cambios de última hora. Harrison Ford decidió aportar su granito de arena antes de entrar en el set. Los responsables aceptaron de buena gana la sugerencia, no como Carrie Fisher, a quien molestó especialmente que su compañero de reparto modificase el guión sin su consentimiento. Cosas de princesas galácticas.
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