En los últimos días había volado la noticia de la grave enfermedad que padece Dennis Hopper y su más que previsible cuenta atrás. Un cáncer de próstata que podría acabar en poco tiempo con el mítico actor y gran artista. Pero él, fiel a su espíritu rebelde y demostrando una fuerza digna de elogio ha salido al paso y demostrar que aún está vivo. Las necrológicas y especiales sobre carrera tendrán que esperar aún.
El pasado viernes, Dennis Hopper hizo aparición en el Walk of Fame, donde brilló como gran estrella. Se presentó con aspecto demacrado pero luciendo una sincera sonrisa y así, el mítico protagonista de ‘Easy Rider’ acudió a la inauguración de su particular estrella en el paseo hollywoodiense. Fue Viggo Mortensen, buen amigo del veterano actor, quien hizo los honores de su presentación y recibió el aplauso de los presentes, entre los que destacaban Jack Nicholson y David Lynch.
Su voz débil (se ha quedado en 50 kilos de peso) en los agradecimientos heló la sangre de los asistentes con palabras que suenan a despedida. Y eso que Hopper siempre ha sido un tipo duro que ha soportado adicciones, rodajes infernales (recordemos su brillante papel en ‘Apocalypse Now’), varias rupturas conyugales (con demandas incluidas) y enfermedades. Pero todo parece indicar que no anda lejos su final. Y el hecho de entregarle su estrella suena más a aprovechar que todavía anda entre los vivos.
No queda otra que desearle ánimo y aplaudirle por su larga trayectoria. Atrás quedan grandes películas y un talento artístico desarrollado también como realizador, fotógrafo y pintor.
Vía | Sky News