A estas alturas, todos conocemos a Giancarlo Esposito. Desde su primera aparición en 'Breaking Bad' como Gus Fring, todos nos enamoramos de él y del personaje. De hecho, desde entonces no ha parado en Hollywood, aprovechando para aparecer en todo lo que ha podido, desde 'The Mandalorian' a 'The boys' o el spin-off de 'The Gentlemen'. Y hay un motivo para esta sobredosis de Esposito: no quiere volver a ser tan pobre como antes de la serie que le lanzó a la fama.
¿Seguro que cobras el seguro?
Ha sido en el podcast 'Jim & Sam' de SiriusXM donde ha comentado que antes de enfrentarse a Walter White hubo una temporada donde consideró seriamente planear su propio asesinato para que sus hijos pudieran tener protección financiera cobrando del seguro de vida. Era 2008 y, un año después, la vida le dio un giro de 180 grados.
"Mi solución en mi cerebro era: 'Eh, ¿cobras el seguro de vida si alguien se suicida? ¿Tendrán pan en la mesa?'. Mi mujer no tenía ni idea de por qué estaba preguntando estas cosas. Empecé a hacer planes. Si tenía a alguien que me matara, muerte por desgracia, mis hijos cobrarían el seguro. Tengo cuatro hijos. Quería que tuvieran una vida. Fue una época dura. Literalmente pensé en la auto-aniquilación si ellos podían sobrevivir. Así de bajo caí."
Finalmente, por suerte, decidió no hacerlo porque "el dolor que les hubiera causado sería para toda la vida, y estaría extendiendo el trauma generacional del que quiero huir", declara el actor.
Cabe destacar que en 2008, Giancarlo Esposito dirigió su primera película, 'Gospel hill', que salió directamente en DVD, y vivía de papeles muy secundarios y papeles episódicos en televisión. Al final se puede decir que la metanfetamina cambió su vida para bien. No es una frase que se suela usar demasiado, la verdad.
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