Cuando Peter Jackson llevó a la gran pantalla la trilogía de 'El Hobbit', muchos fanáticos especularon sobre la posibilidad de que personajes icónicos de 'El Señor de los Anillos', como Aragorn, tuvieran alguna aparición especial. Sin embargo, Viggo Mortensen, quien interpretó al noble montaraz en la primera trilogía, dejó claro que no estaba interesado en volver.
Desde un punto de vista narrativo, la inclusión de Aragorn en 'El Hobbit' habría sido un añadido puramente cinematográfico. La obra original de Tolkien, publicada en 1937, está ambientada décadas antes de los eventos de 'El Señor de los Anillos', cuando Aragorn aún era un niño. Aunque la narrativa de las películas de Peter Jackson amplió considerablemente el alcance de la historia, incorporando personajes y tramas que no están en el texto original (como Tauriel o la mayor presencia de Legolas), Mortensen se opuso a que su personaje fuera incluido sin justificación coherente en la cronología de la Tierra Media.
En una entrevista, Mortensen explicó su perspectiva: "Si vuelvo, me gustaría que pareciese una historia de Tolkien, por el aspecto y la sensación que transmite, pero sobre todo por la forma de leerla, que se sintiera conectada, coherente con lo que Tolkien escribía. Su material de origen, lo que intentaba decir.". Para Mortensen, la fidelidad a la visión de Tolkien era más importante que cualquier oportunidad de volver a brillar en pantalla.
Una señal de respeto al material original
La negativa de Mortensen también refleja su profundo respeto por el legado literario del autor. El actor ha hablado abiertamente sobre el impacto que 'El Señor de los Anillos' tuvo en su vida, y es que su compromiso con el personaje de Aragorn durante la filmación de la trilogía original fue legendario: aprendió a hablar élfico, entrenó intensamente para las escenas de combate y llevó la espada de Aragorn consigo incluso fuera del set para mantener una conexión con su papel.
Para Mortensen, regresar como Aragorn en una narrativa que alteraría innecesariamente el contexto de los libros habría sido un acto de deslealtad hacia el legado de Tolkien. Su postura refleja un enfoque ético en el arte: los personajes y las historias deben respetar sus raíces, incluso si eso significa renunciar a una buena oferta de trabajo o la oportunidad de satisfacer a una audiencia nostálgica.
Aunque los fanáticos pudieron haber disfrutado de ver a Aragorn una vez más, la decisión de Viggo Mortensen de no regresar a la Tierra Media demuestra que su lealtad no solo era hacia el personaje, sino también hacia el mundo que Tolkien creó, tomando su negativa no como un rechazo a los fanáticos ni a la saga cinematográfica, sino un acto de respeto hacia el material original y a su autor.
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