Los nuevos estrenos de Cuatro en su franja vespertina, destinados a intentar levantar ese horario, de capa caída desde el final de Fama, no están funcionando por el momento. Visto y oído, que se estrenó el lunes aprovechando la celebración de la Eurocopa, y Fifty Fifty, cuyo primer programa vio la luz al día siguiente, no han registrado buenos datos de audiencia.
Visto y oído comenzó con un ficticio gran dato 13,1% de cuota de pantalla, que ya al día siguiente bajó hasta el 4,9%, dato que, sorprendentemente, bajó más aún ayer, hasta el 4,2%. Fifty Fifty, por su parte, se estrenó con un mal 6,2% y bajó también en su segunda emisión hasta el 5,5%. Ambos programas se sitúan ya como lo peor de la tarde de Cuatro, por detrás de Alta tensión y las (malas) películas de la sobremesa.
Además, estos malos datos están arrastrando a la cadena a situarse en la franja vespertina por detrás incluso de La Sexta y La 2. Es decir, la tarde sigue siendo el verdadero lastre de Cuatro. Creo que se van a acordar de Fama durante mucho tiempo.
Para mí, lo que demuestran estos datos (en concreto los de Visto y oído) es que Cuatro no debe intentar luchar contra las grandes cadenas monopolizadoras de la audiencia con sus mismas armas. Si los telespectadores optan por ver un magazine de actualidad (sea del corte que sea), probablemente se inclinarán antes por verlo en Telecinco o TVE, cadenas mucho más asentadas en cuanto a audiencia.
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