Por extraño que parezca, la película 'Juno' está haciendo cifras muy elevadas de taquilla en Estados Unidos. Se trata de un drama enfocado de manera poco grave –pero no por ello cómica, como se ha dicho—, sobre una adolescente que se queda embarazada y decide dar su bebé en adopción. Cuando hablé por primera vez de la película de Jason Reitman, no me imaginaba que pudiese convertirse en un éxito. O quizá sí que triunfaría entre el público, pero no que tendría muchos premios y cuatro nominaciones a los Oscar ni que se ganaría el favor de la crítica y del sector más, digamos, "cultureta" de los espectadores. Este viernes, 1 de febrero, se estrenará en nuestras pantallas.
'Juno' arranca de una manera muy pretenciosa, con planos demasiado estéticos, diálogos tan elaborados que rozan lo irreal y voz en off. Por todo ello, en sus primeros minutos resulta muy artificial. A la falta de realidad favorece la inusitada madurez de Juno, una joven de dieciséis años que afronta el problema del embarazo con total frialdad y sin perder ni por un instante su indiferencia hacia el mundo. La reacción de su padre y de su madrastra, natural y comprensiva, también es excesivamente buena. En el transcurso del resto del film todo sigue siendo muy fácil –salvo por un pequeño bajón que se produce, como las reglas de la estructura clásica mandan, al final del segundo acto—y el que todo se desenvuelva sin escollos suele favorecer muy poco el interés en una historia. Además de que presenta una situación claramente negativa de un modo demasiado complaciente.
A pesar de todo esto y de que la trama de 'Juno' está tan vista y es tan poco atractiva, existen varios aspectos que levantan el film y hacen que se convierta en una obra pequeña, pero con muchos puntos a su favor. El principal me parece que es el retrato de personajes y, más concretamente, el de ella, Juno. Aunque he dicho que la protagonista es demasiado madura y que los diálogos están muy rebuscados, cuando el film arranca, se entona bastante y toda esa irrealidad y ese esteticismo va dejando paso a una historia sencilla y muy humana que, finalmente, sí consigue llegarnos hasta muy adentro. Es la personalidad de esta chica, apoyada por una gran interpretación de Ellen Page (a la derecha en la imagen), lo que hace que el film nos interese y que se vea con mucho agrado. De alguna manera, me recuerda al personaje que hacía Linda Cardellini en 'Freaks and Geeks', una serie que se caracteriza principalmente por su magnífico retrato de la adolescencia, por hacerte recordar, aunque sea con semejanzas remotas, esa época y por remover algo en tu interior.
Junto a la personalidad de la joven, aportan calidad al film las de dos personajes masculinos: el del padre de Juno, J.K. Simmons, y el del hombre que va a adoptar a su bebé, Jason Bateman, que en un principio nos creemos que es un pijo y luego se descubre que tiene alma de artista y aún es capaz de divertirse. Es concretamente este personaje el que le da a la película las únicas vueltas que no nos podríamos esperar y, por lo tanto, el que lo tiñe con matices interesantes. Las otras mujeres: la madrastra, Allison Janney; la amiga de Juno, Olivia Thirlby, y la señora que va a adoptar, Jennifer Garner, están igualmente bien perfiladas, pero destacan menos. El otro personaje masculino, interpretado por uno de los 'Supersalidos', Michael Cera apenas tiene minutos de presencia en el film y está muy poco definido. Sin embargo, logra transmitir mucho en ese pequeño espacio que se le ha dejado.
Aunque estén tratados con un tono muy indiferente o quizá precisamente por eso, porque se muestran casi sin darles importancia, los sentimientos de amor que hay en la película logran transmitir una gran emoción. 'Juno' no es un drama romántico y el amor entre la protagonista y el padre de su hijo, Michael Cera (en la fotografía de la izquierda), es una trama muy secundaria. Y con todo ello, se percibe más el enamoramiento en esta película que en muchas otras que tratan exclusivamente sobre romances.
Lo que ha atraído a ese sector público que os decía en el primer párrafo son todos los comentarios musicales que se hacen en la película, así como la inclusión en la banda sonora de temas de, por ejemplo, Belle and Sebastian. A pesar de que quedarse sólo en eso me parece muy superficial, es necesario admitir que esas alusiones, así como las referencias a películas gore, tienen un valor narrativo, pues sirven para definir al personaje de Jason Bateman y para encontrar la conexión entre él y la joven. De hecho, dan pie a una de las escenas más interesantes y menos previsibles del film.
Rainn Wilson, que colabora con Reitman en 'Bonzai Shadowhands' y que protagonizaba la divertida película del padre del director, Ivan Reitman, 'Mi Super ex-novia'; en 'Juno' tiene un pequeño papel como tendero.
Jason Reitman hizo un gran trabajo con 'Gracias por fumar', película que incluí entre las diez que más me gustaron de 2006. Ante ella 'Juno' es, en mi opinión, inferior, pero quizá al tratar algo más universal su éxito está siendo mayor. Lo que está claro es que nos encontramos ante un director diferente que, incluso narrando una historia de lo más trillada, sabe aportar un toque personal. Ya que cuenta tan solo treinta años podemos aún considerarlo un valor en alza. Diablo Cody, la guionista –que es aún más joven que Reitman y fue stripper durante un tiempo—, ha recibido varios premios al mejor guión y unas cuantas nominaciones, entre ellas, al Oscar.
En resumen, diría que es una película de bajos vuelos, pero que consigue calar poco a poco gracias a esa protagonista que sirve para que me reconcilie un poco con los personajes femeninos, de los que me había quejado no hace mucho por su falta de entidad y carisma.
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