Esta semana nos encontramos con dos estrenos de terror en la cartelera. Os había hablado ya del otro: ‘Morirás en tres días’, que no me convenció en absoluto, a pesar de su elegante factura. Así que os recomiendo ‘Turistas’, si es que no tenéis más remedio que ir al cine a pasar miedo, además del frío habitual que hace en las salas en esta época del año. A todos os diría que esperaseis al DVD, pero lo más importante es recomendar que no vean esta película a quienes tengan ya billetes comprados para viajar a Brasil de vacaciones.
Una serie de turistas jóvenes y descerebrados aparecen en una playa brasileña después de abandonar un autobús demasiado incómodo. Además de las paradisíacas aguas, encuentran un chiringuito donde hartarse de caipirinhas, bailar samba y hacer nuevas amistades. El lugar les ofrece incluso prostitutas. Los lugareños adulteran sus bebidas y al día siguiente, los norteamericanos aparecen tumbados en la arena, despojados de todas sus pertenencias. Acuden al pueblo más cercano, pero allí nadie les ayuda. Un joven brasileño que se había hecho amigo suyo la víspera les conduce hasta lo que él dice que es la casa de su tío, en medio de la jungla. Pero el lugar al que se dirigen es una trampa mortal.
Frente una película como ‘Turistas’, lo normal sería decir que es mala sin más, que es probablemente lo que hará el resto de la crítica, pero a mí me cuesta despacharme tan fácilmente con algo que al menos cumple las pretensiones que tiene. La sensación de angustia está lograda de maravilla. Tanto que se pasa mal. Así que el film no merece un cero.
El director, John Stockwell fue también autor de 'Inmersión Letal'. Así que supongo que el hombre tiene una fijación con el agua. Y es que es precisamente gracias al medio acuático como logra el cineasta crear una tremenda angustia en los espectadores. Las prolongadas inmersiones que realizan los protagonistas nos dejan sin aliento en la butaca del cine. Esto se siente incluso desde antes de que los turistas estén en peligro. Cuando están huyendo, la sensación es mucho más agobiante aún. La crudeza con la que se presentan algunas otras situaciones también ayuda a crear un mal cuerpo que te mantiene en vilo durante todo el film.
La estética de la película es considerablemente más pobre que la de ‘Morirás en tres días’. La fotografía es algo tosca y la planificación no resulta nada bella, a pesar de lo que se prestaban los lugares idílicos en los que transcurre la acción. Los actores y actrices ni son famosos ni merecen especiales menciones por sus trabajos. Pero todo ello es, al menos, correcto y puede bastarnos para que veamos la película sin ningún problema.
El defecto mayor es la ridícula motivación del malo. Este hombre está tan harto del tráfico de órganos del que se benefician los estadounidenses a costa de la muerte de pobres brasileños, que secuestra a turistas para quitarles sus entrañas y entregarlas a un hospital del lugar. También la escena en la que el hombre les cuenta esto a sus víctimas, mientras destripa a una de ellas, que no sólo está viva, sino también consciente, es la más irrisoria de todo el film. Pero el resto no está tan mal.
Josh Duhamel, el brillante cerebro que tiene la idea de llevar el cubo a la ciudad en ‘Transformers’, pues así a la destrucción material se le podrán sumar víctimas humanas; es uno de los jóvenes que lucen palmito en este film. Junto a él, Melissa George, Desmond Askew, Beau Garrett, Max Brown y Olivia Wilde aparecerán igual de ligeros o ligeras de ropa.
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