Después de llenaros de fotos, pósters y tráilers de ‘Ocean’s Thirteen’ (con este reparto, me parece muy bien decorarlo todo con sus retratos), por fin se estrena la película y ya tenemos una primera opinión sobre ella.
Bank estafa a su socio, Reuben, y lo deja fuera de un negocio que han preparado conjuntamente. Reuben, ya mayor, sufre un infarto a causa de este mal rato. El doctor dice que sólo se recuperará si encuentra el apoyo de familia o de amigos. Así que la banda de Ocean se propone hundir el nuevo e increíblemente hortera hotel-casino que Bank planea inaugurar. El obstáculo mayor contra el que se enfrentan es un ordenador que monitoriza las reacciones de los jugadores para saber si están haciendo trampas. Con un despliegue casi tan grande como el que habrá hecho falta para rodar las tres películas, llevan a cabo un ingenioso plan.
Me sorprendió que se tratase de una película con una trama muy sólida, llena de ritmo y que engancha desde un primer momento. En contraposición a ‘Ocean’s Twelve’, que se dedicaba a hacer payasadas metalingüísticas que no llevaban a ninguna parte, y de ‘Ocean’s Eleven’, que, con una larguísima presentación, adolecía un poco de esa falta de dinamismo de los films de la época en la cual se rodó el original; ‘Ocean’s Thirteen’ se descubre entretenida y muy bien narrada.
La película se inscribe de manera casi exclusiva en la historia central, sin mostrar apenas subtramas, salvo quizá la relación entre el personaje de Matt Damon y su padre. Esto, en general, es difícil de sostener, pero lo logran gracias a un entramado muy bien urdido en el que se han tratado de atar todos los posibles cabos sueltos y no se ha dejado opción a la pega del más escéptico. Cierto es que todo ello suena de lo más increíble, pero no por ningún lugar concreto por el que se pueda decir que hace aguas, sino más bien por lo exagerado del plan. Y, si decidimos dejarnos llevar y creérnoslo, no presenta el más mínimo problema.
Los diálogos están escritos de forma muy aguda y estilizada. El personaje que más destaca en este sentido es el de Al Pacino, un cameo de lujo que le da un toque de distinción al film. En cuanto a los actores que componen la banda, se puede observar que quizá sobran, pues se arrastran de entregas anteriores, pero apenas tienen un papel que cumplir. No seré yo la que diga que eliminen a Brad Pitt del reparto, pero el hombre no hace nada durante todo el plan, salvo tener sus momentos de conversaciones íntimas con George Clooney, en las que, más que amigos, parecen novios.
Esto forma parte del humor, casi interno, que tiene la película. Como ya hemos visto en el trailer, Clooney se mofa de Andy García. Así, todas bromas se lanzan de unos personajes a otros. Da la sensación de que el “buen rollo” entre los actores se transmite a la ficción y de que es así como se llevan en la vida real, como si se tratase de una banda muy unida.
Steven Soderbergh es quizá el director que presenta una trayectoria más extraña con el conjunto de sus películas. Cuando se trata de las aventuras de la banda de Billy Ocean… perdón, Danny Ocean, parece que es también el “colegueo” lo que le lleva a rodar estos films. No por ello se puede decir que, al menos en este caso, haya hecho un mal trabajo, ya que ‘Ocean's Thirteen’ está bien rodada y bien orquestada y tiene el mérito de transmitir a la perfección una maquinación que, en manos de algún otro cineasta, podría haber resultado incomprensible.
Debería hacer la crítica a lo misóginas que son todas estas películas. En concreto en esta entrega, el personaje de Ellen Barkin, única mujer que tiene un papel algo más allá de lo terciario, es engañada de la forma más tonta. Pero nada de esto impide que la película se vea con interés, así que corramos un estúpido velo. Sobre todo porque al fin y al cabo, la saga está muy pensada para el público femenino, aunque sólo sea por sus actores protagonistas.
Una buena opción para pasar un rato entretenido viendo a una banda de ladrones de buen corazón.
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