Los dos estrenos de la ficción nacional de esta semana han corrido una suerte desigual. Mientras Círculo rojo debutó el pasado lunes en Antena 3 con un pobre 12,7 % de cuota de pantalla, Cuenta atrás se convirtió ayer en el mejor estreno de Cuatro, aprovechando al máximo la audiencia heredada de House y marcando un 18,2% de share en el primer episodio y más del 19% en el segundo. De momento no parece que hacer debutar a Círculo rojo frente a dos pesos pesados como CSI y Mira quién baila fuera una buena idea, más si tenemos en cuenta que tiene un fuerte componente serializado. Por contra, tal vez Cuatro haya aprendido algo de esa táctica estadounidense del lead-in, que hace que las series aprovechen el tirón del programa que las precede para construirse su propia audiencia.
Esto es una ventaja, pero también es un arma de doble filo, pues si desperdicias gran parte de la audiencia que heredas, vas directo al limbo de los programas cancelados. Además de House (que ayer logró un 19,9% de share), la promoción incesante seguro que jugó un importante papel en el buen arranque de Cuenta atrás, y ahora está en su mano mantenerse así. Dado que seguirá en este horario, disfruta de un buen colchón para ir construyendo su propio grupo de seguidores, pero ir detrás de House tiene otra desventaja, y es que nunca sabes a qué hora vas a empezar.
La táctica del despiste que llevan Telecinco y Cuatro desde hace meses provoca que sus programas de prime time nunca comiencen a las 22:00, cuando están anunciados, y se dedican a alargar Camera Café o a bombardearnos con anuncios y promociones hasta, ni más ni menos, las 22:30. El resultado es que cualquier programa original que se emita después (y no las repeticiones de capítulos pasados) termina pasada ampliamente la medianoche, e incluso a la 1 de la madrugada.
Vía | Vertele En ¡Vaya Tele! | Cuenta atrás, si no fuera por Dani Martín sería mejor, Círculo rojo, el mismo tono que un culebrón de sobremesa
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