He aquí una muestra de cómo rodar una buena película, contando más o menos lo de siempre, pero sin resultar repetitiva ni transmitir al espectador esa preocupante sensación de haber perdido el tiempo. Johnnie To es un director bastante desconocido en nuestro país. Afortunadamente algún ser bondadoso e inteligente ha tenido la maravillosa idea de ir editando en dvd una buena parte de la filmografía de este interesantísimo director, cuyo único estreno en salas comerciales por estos lares ha sido la de su laureada 'Election', y que un servidor considera que su primera hora es una absoluta obra maestra, para luego desinflarse un poco y terminar siendo un producto correcto. Esto le ocurre a todos los films de To que he visto hasta ahora, y en el que más se nota quizá sea en 'Breaking News', cuyo espectacular inicio debe permanecer en los anales del Cine de acción por derecho propio. Son productos dignos, muy entretenidos, pero que no dejan huella. Caso aparte es 'The Mission', por supuesto. Pero 'Running Out of Time', a la que me he acercado con un poco de miedo, es otro cantar.
¿Su argumento? pues lo dicho, tópico hasta la saciedad. Un negociador de rehenes en secuestros, de curiosos métodos, es sometido a un juego de gato y ratón por un peligroso delincuente, al que le queda un mes de vida. Ambos se enfrentarán en un duelo histórico en el cual medirán su ingenio, al mismo tiempo que se van conociendo el uno al otro. ¿Cuántas veces hemos visto esta historia?
Sí, conozco la respuesta. Y así, de antemano y sin más infromación pues a uno no le interesa volver a ver una historia contada en mil ocasiones hasta el aburrimiento. Sin embargo, aquí Johnnie To hace gala de una puesta en escena y un dominio de los resortes del género, que quitarían el aliento a cualquier director americano con más fama sobre sus hombros. Una escasa hora y media, como en los viejos tiempos, le es más que suficiente a To para contarnos un montón de cosas, con un guión milimétrico que funciona a la perfección, y en el que da para tratar todos los aspectos del mismo. No sólo tenemos a dos personajes centrales perfectamente dibujados, sino que además, los secundarios están muy bien tratados al no mostrarlos como simples figurantes. Los diálogos son inteligentes, se nos muestra lo único y necesario sin necesidad de perder el tiempo en preámbulos o ramificaciones vacías y sin sentido. Todo lo que ocurre en pantalla interesa hasta el último minuto, el cual, cuando llega, queremos que sea eterno. De hecho, un servidor rebobinó varias veces para disfrutar del final del film, ya que no quería que éste terminara.
¿Y qué es lo que hace interesante un film con un argumento demasiado visto? Sobre todo, la labor de su director, con una enorme falta de pretensiones, y tratando el tópico con cariño, sabiendo que se narra una historia clásica y que hay que hacerlo bien, no con cansancio, y no dejando que el film funcione por sí solo, sino dándole una esencia propia, llena de magnetismo y personalidad. Porque éste es un film con vida propia, con un universo muy particular. En él se encuentran todas las constantes del cine de su director, pero éstas están tratadas con mayor minuciosidad. Los antagonistas enfrentados, la crítica al sistema policial, los personajes solitarios y eminentemente románticos como si de un western se tratara. Necesitándose, respetándose, mostrando apenas un par de cosas de ellos mismos, enfrentándose mutuamente. Y el espectador siendo testigo imparcial de ese enfrentamiento, en el que es difícil decantarse.
Otro de sus brillantes aspectos es la labor interpretativa de sus dos protagonistas principales. Por un lado, el archifamoso Andy Lau, quien compone una de sus mejores interpretaciones con un personaje lleno de carisma y fuerza, con el que el espectador se identifica enseguida. A su lado, compentrándose a la perfección con Lau, Ching Wan Lau, componiendo un Inspector de policía realmente fascinante y lleno de matices, como esa manía de querer comer algo inmediatamente después de cada caso. Ambos actores están inmensos, y el resto del reparto pasan sobradamente la prueba de cumplir con cierto nivel al lado de estos dos.
Y no nos olvidemos de las contadas escenas de acción, como de costumbre en el cine de To. La elegancia es su cualidad más significativa, el montaje es dinámico, y es de las pocas veces que cierto recurso videoclipero es utilizado en un par de ocasiones con suma inteligencia, sin resultar gratuito ni andar mareando al espectador con efectismos baratos que no harían más que afear una película que, por otro lado, es visualmente perfecta. Una perfección que se puede ver lastrada por una simpleza argumental en lo que respecta a la trama que envuelve al personaje de Lau, per que, en ningún momento, nos hace perder el interés por la película.
Una película muy buena, y que ya estoy deseando ver otra vez, porque el disfrute es máximo. Cine de acción inteligente, divertido y fascinante. Adornado además con una preciosa banda sonora enormemente nostálgica, en la que incluso suenan gaitas. De las poquísima veces que un servidor se compra el dvd a ciegas. No me arrepiento ni lo más mínimo. Y ahora, a buscar la segunda parte, titulada evidentemente 'Running Out of Time 2', y que ya está disponible al alquiler en nuestro país, y que también ha dirigido Johnnie To, aunque le acompaña Law Wing-cheong. Probablemente no esté a la altura, pero me lanzaré a comprobarlo.
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