Bien sabe mi compañero Chico Viejo el interés que un servidor tiene por las películas dirigidas por Johnnie To, director al que la mayor parte de la humanidad conoció con 'Election', aquel singular thriller sobre las triadas. A partir de ahí seguí viendo algunas películas más de este director, y tengo que decir que todas las que he visto hasta ahora me parece entretenimientos de primera, aunque ninguna de ellas me resulta apasionante. Así pues, en la búsqueda de esa peli del señor To que me llenase, me topé de narices con esta película, con la cual a Chico Viejo se le cae la baba.
Aclamada como una de las mejores cintas del cienasta hongkonés, me dispuse a verla con la mayor de las ilusiones, y además apeteciéndome ver en ese preciso momentos un thriller de acción oriental, los cuales en más de un aspecto superan con creces a los americanos. Sin embargo, tengo que confesar que una vez vista no comparto ni de lejos la pasión que muchos admiradores del film profesan. Porque hasta la fecha, creo que es el peor film de Johnnie To de los que he visto.
El argumento de 'The Mission' nos lleva a ver cómo un grupo de pistoleros prefesionales de élite se juntan después de estar un tiempo separados, para proteger a un importante mafioso que han intentado matar, y que está convencido de que vovlerán a intentar matarle. Nuestro Grupo Salvaje y Tranquilo tendrá, además de protegerle, de descubrir quién es el que intenta matar a su jefe.
Por supuesto lo mjor de la película es la elegancia con la que Johnnie To filma su película, visualmente es espléndida ofreciéndonos un montón de planos increíbles. Pero creo que la película se queda ahí. La historia no resulta interesante en ningún momento, llegando a importarte bien poco quién puede ser el misterioso culpable, y lo cierto es que tratándose de una película que dura 83 minutos, es algo que no deja de ser desconcertante, porque prácticamente no hay tiempo para aburrirse. Y sin embargo, eso sucede. Como el hecho de que haya algún momento en el que la trama resulte incomprensible, algo que ya descoloca desde el principio, con ese comienzo totalmente apartado de lo que es el film.
Las escenas de acción, que suelen ser uno de los puntos fuertes de To, están impecablemente filmadas, pero a algunas les falta alma. Sirva de ejemplo, la laureada secuencia que tiene lugar en un centro comercial. Los planos son todos alucinantes, pero a la escena le falta suspense, emoción. Algo de lo que carece el resto de la película, la cual se mueve también en los terrenos del drama o la comedia, pero con resultados igual de fríos.
Otro de los aspectos que me parecen positivos es, sin luagar a dudas, el trabajo actoral, demostrando una vez más que los actores orientales suelen estar mejor que los americanos en una película de estas características. Con citar únicamente a Anthony Wong y Francis Ng, más una breve aparición del sensacional Simon Yam, ya llega. Los dos primeros ofrecen un recital único con dos personajes que son realmente los únicos interesantes del relato. Y el segundo sale tan poco que apenas da tiempo a disfrutar de su siempre excelente presencia.
Aún así una película muy floja, enormemente decepcionante en la filmografía de un director que muchas veces ha demostrado saber lo que hace, aunque en esta ocasión me parece que se le olvidó en casa su particular fuerza e intensidad.