Hannibal Lecter, el personaje que a un tiempo nos sedujo y atemorizó en ‘El silencio de los corderos’ y que ha dado pie a otros films, como 'Manhunter' (1986), ‘El dragón rojo' o ‘Hannibal’, se nos muestra en una etapa de su vida más temprana a todas éstas en lo que muchos llamarían “precuela”.
De la mano de Thomas Harris, el reconocido autor de bestsellers que dio vida al personaje, y del director Peter Webber (‘La joven de la perla’), llega a nuestras pantallas ‘Hannibal, el origen del mal’ (‘Hannibal Rising’, 2007), película con la que descubrimos las motivaciones de este asesino, este caníbal, este —como lo definen en el film— monstruo .
El film comienza cuando Hannibal es un niño y queda huérfano durante una matanza ocurrida en la Segunda Guerra Mundial. Junto con su hermana, se refugia en una casa que pronto es atacada y saqueada por unos despiadados soldados. Los malos tratos que reciben ambos críos, que derivarán en la muerte más cruel que podría tener la pequeña, provocan en el joven Hannibal unas ganas de venganza que satisfará en cuanto cumpla unos años más. ‘Hannibal, el origen del mal’ es una película que trata de manera muy sobria y elegante los escabrosos hechos que muestra, que podrían incluso considerarse como gore. Para ello, la preciosista fotografía de Ben Davis resulta un factor fundamental. Está rodada de forma pausada y parsimoniosa, pero su lentitud es algo intencionado por el autor, ya que la película inspecciona las psiques de los personajes y profundiza en el germen que daría lugar al Hannibal que ya conocemos. Webber ha buscado la introspección por encima de la creación de situaciones terroríficas o de secuencias de acción.
Precisamente por tratarse de una película muy psicológica, los personajes y, en consonancia, la interpretación de los actores, son clave en el resultado. El actor francés Gaspard Ulliel (‘Un largo domingo de noviazgo’, ‘El pacto de los lobos’) interpreta a Hannibal Lecter. Su trabajo es el de representar a un asesino psicópata, pero al mismo tiempo, en él tenemos que ver qué le ha llevado a tener un corazón tan inhumano, debemos comprender su evolución y ver el lado sensible y hasta enamoradizo de un joven que quiere vengar la muerte de su hermana. Ante un papel tan complicado, hay que decir que Ulliel está perfectamente a la altura y construye un personaje creíble y, en ocasiones, terrorífico.
Le acompañan en el reparto Gong Li (‘Corrupción en Miami’, ‘La maldición de la flor dorada’), en un papel bastante secundario, pero que interpreta con total corrección. Rhys Ifans (‘Atando cabos’, ‘Nothing Hill’) encarna al antagonista. Y hay que tener en cuenta que estamos hablando de un antagonista de un antagonista. Por lo tanto, tiene que ser aún más malo que el que siempre hemos visto como malo. En cuanto a la creación de este personaje se podría decir que no tiene ninguna faceta y que es absolutamente maniqueo, pero ya hemos señalado que era algo necesario para justificar a Hannibal. En cuanto al actor, de nuevo nos topamos con una actuación sin tacha que nos hace ver a un auténtico villano.
Sin ser, ni mucho menos, comparable a ‘El silencio de los corderos’ ('The Silence of the Lambs', 1991) en cuanto a calidad, sí que supera con creces la pintorescamente fallida ‘Hannibal’. 'Hannibal: el origen del mal', un thriller elegante y de tempo pausado que no tendría por qué decepcionar a los seguidores del personaje, se estrena este viernes, día 16 de marzo.
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