Escrita, dirigida y protagonizada por Gérard Jugnot, quien comparte reparto con Gérard Depardieu, ‘Tenemos un problema gordo’ (‘Boudu’ 2005), que se estrena mañana, 9 de febrero, es una comedia más de las que Francia está acostumbrada a exportar.
Christian Lespinglet (Gérard Jugnot), un burgués que tiene una galería de arte en Aix-en-Provence, aparca junto al canal para propasarse con su becaria Coralie (Constance Dolle), pero ella encuentra la excusa perfecta para librarse cuando escucha las peticiones de auxilio de un vagabundo que ha caído al canal. Boudu (Gérard Depardieu), como dice que le llaman, protesta, pues alega que pretendía matarse. Como se niega a pasar la noche en un albergue y sabe que en un hotel no le dejarían entrar, obliga a Christian a que se lo lleve a su casa. Allí, la neurótica esposa de Christian (Catherine Frot) encontrará en el nuevo visitante la manera de canalizar su energía.
El mensaje que transmite este film está muy visto y es muy predecible. Para llegar hasta él se produce una evolución en los personajes que está bien planificada y que es quizá, lo más destacable de su guión. Por el lado negativo, hay que decir que el torpe intento de crear una estructura circular no resulta creíble y tampoco funciona como elemento emotivo y que el humor no llena todos los diálogos ni sostiene la endeble excusa argumental. Tanto es así que casi me parece lo más gracioso de todo la libérrima traducción al español del título: ‘Tenemos un problema GORDO’.
Sobre la forma en la que está rodada y puesta en escena lo máximo que se puede llegar es a concluir que es correcta. El montaje, sin embargo, en ocasiones se hace algo pesado. La mayoría de las acciones se sitúan en el mismo decorado, por lo que ni siquiera se trata de una película vistosa.
La baza comercial mayor con la que cuenta la película, al menos en España, es la presencia de Gérard Depardieu. El papel le viene como anillo al dedo y su interpretación es buena, como lo son las del resto del elenco. Pero tampoco estamos hablando de unas actuaciones extraordinarias. Jugnot que, en otros films sí que logra transmitir la sensación de hombre pringado y superado por las circunstancias, aquí está incluso sosito.
En definitiva, la película resulta agradable y va ganando en humor según avanza, al contrario que en muchas otras comedias que lo pierden a medida que profundizan en la trama; pero no presenta ninguna originalidad ni supone ningún tipo de ventaja con respecto a cualquiera de las que hayamos podido ver recientemente con similares características.
Gérard Jugnot recupera el clásico de Jean Renoir ‘Boudu salvado de las aguas’ (‘Boudu sauvé des eaux’, 1932) —que ya a su vez se basaba en una obra de teatro de René Fauchois— para convertirlo en algo muy parecido a ‘Après vous’, de Pierre Salvadori, película gracias a la cual descubrí al incomparable José García. ‘Usted primero’ (‘Après vous’), con un arranque similar — Daniel Auteuil impide el suicidio de García y tiene que arreglarle la vida— era muchísimo más divertida. Por lo menos se puede decir que la de Jugnot supera con creces a otro film de premisa semejante: ‘Tú, yo y Dupree’, pero no era difícil.
‘Tenemos un problema gordo’ es la décima película de Gérard Jugnot como director, aunque quizá estemos más acostumbrados a verlo delante de la cámara, por ejemplo en ‘Los chicos del coro’, ‘M. Batignole’ o ‘Nunca digas nunca’. Fue después de la gran experiencia de hacer ‘Volpone’ junto a Gérard Depardieu (‘Paris, Je t'aime’, ‘Asterix y Obelix’, ‘Vidocq’, ‘El hombre de la máscara de hierro’), cuando Jugnot decidió embarcarse en este proyecto junto al otro maestro de la comedia francesa: "El rodaje había ido muy bien y yo me había quedado impresionado por la fuerza interpretativa de Gérard. Nadie podía hacer de Boudu como Depardieu", afirma.