Asumo que Friends es ya una serie "de saldo". Que antes Canal + y ahora Cuatro la utilizan de de cualquier manera para rellenar media horita o una horita de programación a coste ínfimo. Que, al igual que hace Antena 3 con Los Simpson, ya da igual a qué hora se pone o se quita, o el orden de los capítulos, o acabar la serie un día y volver a reponerla desde el primer episodio al día siguiente, como en un bucle sin fin.
Pero me da rabia. Friends es una serie que me gusta. A pesar de ver los capítulos por enésima vez, me gusta la historia que hay detrás, me parece divertida, me gustan sus personajes... por eso me frustra ver cómo Cuatro la maltrata, cuando podría darle un tratamiento mucho más acorde con lo que la serie es y lo que ha supuesto en la televisión.
Lo de esta Navidad ya es para nota. Acostumbro a poner Friends durante la comida, ya que es mucho más agradable de ver que un Tomate o similar. El caso es que estos días creí que estaba volvíendome loco: un día aparecen los chicos jovencitos, al día siguiente Rachel cumple 30 años y el siguiente ya tiene a su hija... capítulos puestos sin ton ni son, sin orden ni concierto. ¿Tanto les cuesta poner los capítulos en orden? Hoy descubro en la web de Cuatro que es una especie de "estrategia". Que han querido ofrecer, a lo largo de las Navidades, unos "refritos especiales" de Friends intentando agrupar una serie de capítulos en (se supone) "paquetes" con sentido: el 25 de diciembre celebran la Navidad, el 26 un especial Rachel y Ross (¿no es toda la serie un especial Rachel y Ross), el 27 las locuras de Phoebe, el 28 un especial Joey, el 29 serán Chandler y Mónica los protagonistas, y el 1 de enero un especial "año nuevo".
Pues eso. Asumo que después de años de practicar con esta serie la táctica de la "tierra quemada" (a base de reposiciones perennes) ya ha llegado un momento en el que todo vale. Pero a mi no me gusta ver los capítulos así. Me gusta verlos en orden cronológico, no a saltos. Esta serie, aunque parezca que son capítulos de 20 minutos autoconclusivos, tiene un sutil hilo conductor que le da sentido y, si se corta ese hilo, la experiencia de ver los capítulos pierde. Maníatico que es uno...
