La película ‘Cándida’, de Guillermo Fesser, es una emotiva tragicomedia con un personaje sacado de la vida misma. Cándida, una asistenta que ha pasado la edad de jubilación, aprovecha el trabajo para practicar lo que más le gusta: ser amable con los demás. Como una Mary Poppins del madrileño barrio de San Blas que, en vez de volar, viene en Cercanías. Sus problemas son infinitos y sus hijos, un desastre, así que sueña con escaparse algún día a una casita en el campo. A ser posible, con tres gallinas.
Más triste que cómica, ‘Cándida’ es una película llena de candor, pero también repleta de crudos momentos de realidad. Es, al mismo tiempo que una comedia, un retrato social duro y descarnado, más veraz y cercano que el de muchos films que tienen como única intención reflejar temas como la pobreza, la drogaadicción o los malos tratos. Con la lágrima a punto de asomar, de repente una palabra mal utilizada nos provoca una carcajada. Por ello, la cinta tiene un difícil tono entre el humor y el drama que no siempre logra mantenerse en equilibrio sobre la cuerda floja.
‘Cándida’ es un film muy valiente y que probablemente ha resultado difícil de llevar a cabo, ya que, después de pensar muchas otras posibilidades, los autores optaron por que fuese la propia Cándida la que hicese su papel. El director nos cuenta que le “parecía inviable que ella tirara de la protagonista y se aprendiera las 100 páginas del guión; tiene 75 años, una salud delicada y, sobre todo, no era actriz. Buscábamos una intérprete que pudiera captar su espíritu, alguien capaz de recrear el surrealismo, la ingenuidad y esa cosa tan terrenal que tiene la verdadera Cándida Pero Cándida Villar resultó ser un personaje tan especial que parecía imposible que una actriz pudiera encarnarla; la idea de contar con la auténtica protagonista de la historia fue tomando forma poco a poco”. Y ha valido la pena.
Los momentos de humor de la película vienen siempre provocadas por la forma de hablar de esta mujer. Aquí es donde surge la pregunta de si nos reímos con ella o de ella. En realidad, es de sus pilongos de lo que nos estamos carcajeando y no de expresiones que ella diga con intención de crear humor. Cándida es una nueva Chiquita de la Calzada, con un vocabulario propio del que prefiero no reproducir aquí ningún ejemplo, pues estaría adelantándoos los momentos humorísticos de la película.
La valentía de Fesser también viene por este lado. ¿Cómo situarse en una posición en la que recurre a esta mujer para hacer reír sin ser tachado de elitista? El cariño con el que está hecho el film, que no es sino el reflejo del cariño que se adivina hacia el personaje de la vida real, es lo que redime al director y a su co-guionista de parecer que nos lo muestran todo desde una posición de superioridad.
Los actores que rodean a nuestra protagonista hacen todos un buen trabajo. Cabe destacar especialmente a Raúl Peña, habitual de series como 'Un paso adelante' y 'SMS', que está bastante creíble en su papel de yonqui. Los otros hijos de Cándida y los vecinos del edificio donde limpia logran interpretaciones muy cómicas, mientras Jorge Bosch, el presentador televisivo que probablemente funciona como alter ego de Fesser, está más que correcto; pero todos se quedan en sombra al lado de Cándida Villar.
En las declaraciones del propio director podemos conocer más sobre el personaje de Cándida: “El acercamiento de Cándida al cine ha sido progresivo. Empezamos a contar con ella en Gomaespuma para presentar videos corporativos, imitamos su voz para una radionovela (de la que se llegó a rodar un piloto de telecomedia para Antena 3) y finalmente la retiramos de fregar escaleras y la [sic.] ofrecimos el puesto de crítica cinematográfica. Desde hace bastantes años ella va al cine por las mañanas y comenta lo que ha visto en Onda Cero Radio los miércoles por la tarde. Desde entonces, Cándida Villar ha conocido Nueva York, ha visitado festivales de España y ha visto que la biografía escrita por Guillermo Fesser se ha convertido en un éxito de ventas.”
Fesser continúa diciendo: “En ‘Cándida’, ella es la protagonista de una ficción basada en hechos reales. Con los ingredientes principales de su verdadera historia, he cocinado un caldo nuevo que me he permitido aderezar con algunas de las emociones que hemos compartido juntos. La película no es otra cosa que un pequeño homenaje a una asistenta. A ella y a tantas otras Cándidas que son, en definitiva, la verdadera historia reciente de España. Porque la transición a la democracia la hicieron, además de un puñado de políticos, un ejército de mujeres que con el conflicto del Líbano en sus hogares, maridos alcohólicos, hijos drogadictos y vecinos conflictivos, salían de casa al amanecer siempre con una sonrisa. A trabajar a destajo en hogares ajenos sin que les temblase el pulso. A tragar el despotismo ilustrado de las señoras y a regresar tarde en la camioneta verde, luego de dos transbordos de metro, bromeando con el conductor”.
Guillermo Fesser es conocido especialmente por Gomaespuma, aunque también por ser hermano de Javier Fesser, uno de los valores del cine español en cuanto a originalidad y emotividad. Guillermo es coguionista de ‘El Milagro de P.Tinto’ y ‘La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón’, que dirigió su hermano. Con ‘Cándida’, también coescrita junto a Javier, da el salto a la dirección.
Sin llegar a ser un film perfecto, el primer trabajo de Guillermo Fesser es una película que nos llega muy dentro.