Si algún día tuviera que hacer una de esas inútiles listas de las mejores películas de la Historia del Cine, sin dudarlo ni un segundo, una de las que pondría sería 'Laura' de Otto Preminger, una obra maestra entre las obras maestras cuyo poder de fascinación sobrepasa todos los límites conocidos. Aquel título mítico estaba protagonizado por una de las más bellas mujeres que haya dado el Cine (y parte de la realidad), Gene Tierney, una actriz como la copa de un pino, que sin ella la película hubiera sido otra cosa.
Así que hace poco cuando se editó en DVD la segunda colaboración entre Preminger y Tierney, corrí apresurado a hacerme con una copia, que aunque no la había visto, mi instinto me decía que no iba a arrepentirme. Bueno, a veces no se trata de instinto, sino de sentido común.
Dirigida en 1949, narra cómo una mujer cleptómana es utilizada por un perverso hipnotizador para sus macabros planes. El reparto está encabezado por la propia Gene Tierney, dando vida a una mujer frágil temerosa de su propia actitud y de su pequeño problema con el robo. Richard Conte interpreta a su marido, apoyando continuamente a su esposa, y José Ferrer como el malvado de la función, un hipnotizador capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya. También sale uno de esos secundarios de lujo en el cine clásico, Charles Bickford, como el teniente de policía que lleva el caso.
La historia, con un planteamiento curioso en el que el malo ya es descubierto al principio de cara al espectador (Hitchock definía el suspense como algo que conocía el espectador y desconocía el personaje), está tan bien contada que uno no puede sino rendirse ante la genialidad de Preminger a la hora de narrar unos acontecimientos que nos atrapan y no nos sueltan hasta que la película termina.
De una gran tensión, está llena de momentos increíbles, como algunas escenas de hipnotismo, rodadas con un uso del silencio arrebatador, prácticamente el espectador queda hipnotizado. Y arrebatadora es también la presencia de Gene Tierney, con ese rostro enigmático y a la vez delicado. Da igual lo que esta actriz hiciera, su poder para enamorar a cualquiera sigue intacto casi sesenta años después.
Rodada en un maravilloso blanco y negro, con una estupenda gama de grises, no llega a la altura de Laura, pero eso no impide disfrutar de Cine en puro estado. Muy recomendable para los que están hartos del cine de suspense de hoy en día. Edita Suevia Films en una buena edición afortunadamente.