Venecia años 50: La historia de un Festival

Venecia años 50: La historia de un Festival
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Mañana comienza la 62ª edición del Festival de Venecia, desde Blogdecine os invitamos a repasar su historia, a través de las décadas. Esta es la tercera entrega.

En los años 50, el Festival conoció un periodo de expansión internacional, gracias a la participación del cine japonés y el cine hindú.

El cine japonés se daba a conocer en occidente. Rashômon de Akira Kurosawa ganó el León de Oro en 1951, El hombre del carrito de Hiroshi Inagaki obtuvo el mismo premio en 1958 y obtuvieron el León de Plata: Cuentos de la luna pálida, en 1953 e Intendente Sansho en 1954, ambos filmes de Kenji Mizoguchi, y el último premiado junto a Los siete samuráis de Akira Kurosawa.

Algo parecido, pero en menor medida, pasó con el cine hindú, que obtuvo el León de Oro en 1957 con Aparajito de Satyajit Ray. El cine de Europa del Este, (que ya fue premiado en 1947 con la película checoslovaca Siréna) encontró también su representación con la participación de autores como Andrzej Wajda, en 1957 con el film Kanal y en 1959 con Popiól i diament, o Andrzej Munk con Eroica en 1958.

La historia del Festival de Venecia
Años 30 - 40 - 50 - 60 - 70 - 80 - 90 - Últimos años

En 1956 el cine español también tuvo su reconocimiento, aunque de una forma un tanto peculiar. Juan Antonio Bardem, participó en el festival con la película Calle Mayor, pero incluido en el apartado de la selección francesa, ya que el gobierno español no quiso llevar el film a Venecia, y se inscribió a través de su coproductor, Serge Silberman, residente francés.

callemayor

Calle Mayor estuvo nominada al León de Oro, y finalmente obtuvo el Gran Premio de la Crítica Internacional. El mismo año, Luis García Berlanga, presentaba su film Calabuch, que se llevó el premio OCIC (Oficina Católica Internacional de Cine).

Después de la llegada a la muestra de los primeros filmes neorrealistas, durante los años 50, dos de los más reconocidos autores italianos de la posguerra, Federico Fellini y Michelangelo Antonioni, obtuvieron un triunfo consolidado en el festival.

También empezaron a asomarse, jóvenes realizadores como Francesco Rosi o Ermanno Olmi. Para el cine italiano, continuó siendo una década de fuertes polémicas, entre ellas, el León de Oro que no se asignó a Luchino Visconti en 1954 por Senso, que finalmente obtuvo Renato Castellani por Romeo y Julieta.

Roberto Rossellini continuó presentando muchos de sus filmes en Venecia, destacando Francisco, juglar de Dios en 1950, Stromboli el mismo año y Europa ’51 en 1952.

Vía | La Biennale di Venezia

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