El creador de 'Bluey' estuvo a punto de marcharse por diferencias creativas, y desde entonces se ha convertido en una de las series más personales del panorama infantil

La serie sigue sorprendiendo y demostrando que es mucho más que un producto infantil

Bluey
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La televisión infantil es un mundo con reglas propias. No importa lo buena que creas que es la última temporada de 'La casa del Dragón', hay muchos más niños en el mundo disfrutando de un episodio de 'Peppa Pig' o llevados por sus padres a ver una película de 'La patrulla canina'. Los éxitos en este mercado son también elusivos e impredecibles, pero hay veces que llega alguno como 'Bluey', que mezcla calidad con popularidad en un producto que es realmente para toda la familia y no solo para los más pequeños.

Pero en 2022 Joe Brumm, el animador australiano detrás de la serie, estaba dispuesto a dejarla y pasar a otros proyectos. Desde sus humildes inicios la serie había crecido demasiado y ahora se alejaba de la idea original de crear unos dibujos especialmente dedicados a las familias australianas. Siendo un fenómeno global, Brumm estaba notando como el éxito hacía que la serie se escapaba de sus manos y de la cultura de su país.

Lo notaba en pequeñas cosas, como no poder utilizar la palabra 'thong' en la serie, qué en Australia significa "sandalias", pero en otros países angloparlantes se refiere a un tanga. Las limitaciones creativas eran habituales en su proceso de trabajo, y habían acabado pesándoles hasta el punto de pensar que creía que tenía los días contados en la serie, como declaró en una entrevista para The Independent.

"Creo que muchos de los desafíos, y… de la naturaleza de ello es que tú haces cosas y luego, las editan y las cortan y las cambian. Hay cosas que desaparecen. Como es televisión infantil la gente a la que le das el material piensan que es apropiado hacerlo. Yo no lo llevo muy bien, así que creo que mis días trabajando en ello están contados."

Una batalla creativa que acabó ganando

Bluey

A día de hoy no queda duda de que fue la mejor idea que se quedara. Desde 2021 'Bluey' se ha mantenido como una de las series más consistentes, no solo infantiles, sino en general. Hace apenas dos meses la serie emitió ‘El cartel’, un episodio tres veces más largo de la duración habitual de la serie que muchos consideraron uno de los mejores episodios de la televisión reciente, con Randy Meeks llamándola en Espinof "una de las mejores series de la década por derecho propio".

Pese a que Brumm se inspiró en series como 'Peppa Pig' y 'Los Simpson' para concebir 'Bluey', la mayor influencia fue su propia vida personal. Muchas de las situaciones que aparecen en la serie están basadas en su experiencia real como padre. La familia canina además se ha basado en su familia real. El hermano de Brumm es arqueólogo, igual que la profesión de Bandit (el padre de Bluey), y tanto Bluey como Bingo están inspiradas en las hijas reales del creador.

Con el tiempo, Brumm también parece haberse reconciliado con la gran popularidad de la serie, con padres constantemente alabando la serie y niños disfrazándose de los personajes en las fiestas, el impacto cultural de esto es mayor de lo que nadie habría podido imaginar. Sea cual sea la conversación que tuvieron Disney y Brumm en algún momento sobre diferencias creativas, claramente el autor terminó ganando, porque desde entonces no hay ninguna duda de etiquetar a 'Bluey' como una serie eminentemente autoral. En cuanto a su futuro, el creador sigue estando abierto a experimentar, declarando que si ‘The Sign’ funciona, puede haber otros episodios más largos en el futuro.

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